El desconocido lugar del río Alagón
La pequeña localidad de Monleón no sólo atesora un rico patrimonio monumental, como su imponente castillo del siglo XV, sino que además esconde uno de los parajes naturales más singulares, y también menos conocidos, de toda la provincia.
Se trata de las ‘Ollas de la Sapa’, un espectacular paisaje donde el río Alagón ha ido modelando a su gusto este lugar único. Estas “ollas”, lo que en geología se conocen como “marmitas de gigante”, son las cavidades que el agua ha ido creando con el paso del tiempo hasta dar forma a un lugar que ya los visigodos consideraron mágico. Nos lo cuenta La Gaceta de Salamanca.
Pero las ‘Ollas de la Sapa’ no son el único premio que ofrece esta ruta de 8 kilómetros (ida y vuelta) que parte desde el mismo castillo de Monleón, donde la leyenda dice que se esconde una cabra con cuernos de oro.
Siguiendo un camino de concentración parcelaria bien acondicionado, la ruta atraviesa la dehesa de la localidad donde pasta el ganado, por lo que habrá que ser cuidadoso con las ‘porteras’.
Otra de las sorpresas que depara el recorrido hasta las famosas “ollas” está apenas a tres kilómetros. Se trata del yacimiento visigodo de Monte Alcaide, que los investigadores han datado entre los siglos VI-VII d.C., y en el que en su día se encontraron una serie de pizarras con inscripciones.
Junto a los restos del antiguo poblado altomedieval se rehabilitó, además, un chozo de pastor que se ha convertido en otra de las curiosidades que ofrece la ruta.
A poco más de un kilómetro de este lugar se localizan las ‘ollas’, aunque el ruido que hacen los remolinos y pequeños saltos hacen que el paraje se “escuche” antes de verse.
De vuelta al pueblo la mejor manera de rematar el paseo es recorriendo la villa de Monleón. Precisamente ese aire medieval que se respira todavía en sus calles es lo que podría convertirla próximamente en el nuevo Conjunto Histórico de la provincia.
El Ayuntamiento de la localidad ya ha solicitado a la Junta de Castilla y León su declaración, que le permitirá recibir ayudas para mantener su patrimonio, y todo apunta a que la tramitación va por buen camino. Si finalmente consigue ser Conjunto Histórico lo hará en su tercera intentona después de que se promoviera por primera en los años 70 y, posteriormente, en los 90.