El agradecimiento a la labor como pastor de la diócesis de Salamanca durante unos largos 18 años se selló con un aplauso tras concluir la eucaristía de acción de gracias por su ministerio, que tuvo lugar en la Catedral Nueva.
Con la presencia de religiosos, laicos, movimientos, cofradías, autoridades y el clero diocesano, Carlos López, se despidió de su comunidad en la homilía. Al respecto, recordó que esta eucaristía de acción de gracias la vivía, “con un sentimiento semejante al que vivimos por primera vez el día 2 de marzo de 2003”, fecha de su toma de posesión. Además, concretó que, en el clima espiritual y litúrgico de las celebraciones del misterio del Nacimiento del Hijo de Dios en carne humana, “la comunidad diocesana de Salamanca quiere vivir en acción de gracias la fe en la sucesión apostólica, que se va a hacer visible en ella el próximo domingo”.
Asimismo, el prelado matizó que las personas se suceden, “la misma misión continúa, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. Y la sucesión apostólica es “un elemento esencial del misterio de la Iglesia universal y de cada una de las iglesias particulares, en las cuales está presente y actúa la Iglesia de Cristo”.
Tras finalizar la eucaristía, Carlos López regresó a la sacristía por la vía sacra, donde recibió el aplauso y cariño de la comunidad diocesana. En las pantallas ubicadas en diferentes partes de las naves se proyectó el documental dedicado a su ministerio, titulado “Imágenes de un ministerio”, elaborado por Manu Hernández, con el guión y la voz en off del vicario de Pastoral, Policarpo Díaz.