Educador, adiestrador o conductista ¿Qué necesito?
En demasiadas ocasiones nos encontramos con esta duda: ¿qué hace cada uno de ellos? ¿A quién tengo que dirigirme cuando quiero hacer o solucionar algo concreto con mi perro?
De manera resumida explicaremos las competencias de cada uno de ellos, para que puedas decidir a qué profesional acudir.
Un educador, como su propio nombre indica, educa. El educador tiene amplias competencias en la educación de nuestros perros dependiendo de su formación puesto que, al no ser una formación reglada, hay cursos desde 16 hasta 100 horas. Entre estas competencias están la educación social, es decir, relación entre el perro y su entorno, cómo deben comportarse dentro de la sociedad en la que viven. Los educadores nos enseñarán a que el perro camine bien con la correa, sepa saludar a la gente por la calle, esté tranquilo y tumbado cuando tomamos café en una terraza, a trabajar la socialización y desensibilización. Es primordial trabajar estos aspectos en sus primeros meses de vida.
Un adiestrador canino, como su propio nombre indica adiestra, es decir, hace diestro a un perro en algo. A ellos acudiremos cuando queramos enseñar a nuestro perro a realizar tareas o acciones específicas, por ejemplo, adiestrar un perro para que camine a nuestro lado sin correa, a que permanezca tumbado aunque nosotros no estemos presentes, a obedecernos a distancia, a que encuentre cosas, o a entrenarlo para cualquier tipo de competición deportiva. Asimismo, todo lo que puede hacer un educador con tu perro, lo puede hacer un adiestrador con más amplios conocimientos.
Los adiestradores son profesionales certificados, cuyas competencias están reflejadas en un Certificado de Profesionalidad recogido en el BOE
Si damos un paso más, tenemos a los instructores caninos, cuyas competencias también están reflejadas en un Certificado de Profesionalidad recogido en el BOE. Son los encargados de adiestrar perros de búsqueda y rescate, perros de detección de explosivos o drogas, o perros de seguridad, entre otros.
Y por último, una especialización nueva regulada en el BOE son los instructores de perros de asistencia que son los únicos que actualmente tienen la competencia de adiestrar, trabajar y certificar perros de asistencia.
El conductista, es un psicólogo canino, se encarga de solucionar problemas de conducta mediante técnicas de adiestramiento y modificación de conducta. Estos al igual que los anteriores deben ser en primer lugar adiestradores para optar a estas especialidades. Los conductistas son a los profesionales que recurriremos si nuestro perro tiene problemas con otros perros, o con personas, si tiene miedos, ansiedad, inseguridades, etc. Tanto el adiestrador como el educador pueden modificar conductas que no sean graves, como que el perro tire de la correa o tenga miedo a los ruidos, por ejemplo.
Los conductistas suelen trabajar en equipo con los etólogos clínicos, que son veterinarios con un postgrado en etología. Ellos nos ayudarán a diagnosticar problemas de conducta que tienen su origen en una patología clínica, como un problema neuronal o un hipotiroidismo, etc. Y tiene competencias para recetar medicamentos.