La fotografía de hoy es de Laura García. Es una imagen de la calle del Arcediano con la catedral de fondo.
En lo que actualmente es la residencia P. Tomás Morales SJ se encontraba la casa del arcediano, sacerdote que o ejercía de vicario general o ejercía, bajo la potestad del Obispo, jurisdicción en una parte de la diócesis. Esta pequeña calle, sin salida, iniciaba su trazado a los pies de la Catedral Vieja. Se la conoció como calle de Los Leones desde el siglo XVI hasta bien entrado el siglo XX, tal vez por estar allí ubicada una casa con ese nombre como figura en el libro de las Posesiones del Cabildo y de los capellanes.
Hoy su longitud se ha recortado con la creación de la Plaza de los Leones y se le ha otorgado el nombre de Calle del Arcediano, no solo por la necesidad literaria de que Salamanca tuviera una calle de ese nombre, sino porque así era conocida popularmente desde el siglo XIII al situarse en ella la casa del Arcediano de Ledesma, cuyo solar lo ocupa hoy el Huerto de Calisto y Melibea.
Junto al huerto, en la pequeña plaza que forma el fondo de la calle, se encuentra la casa de La Calera, reconvertida en albergue de peregrinos (Albergue La Calera); y cuyo patio, conocido como jardín de Visir, fue añadido al Huerto de Calisto y Melibea.