“Tempo de Renacer”: arte que interpela y llama a construir la paz

La Sala Núñez Solé del Palacio Episcopal acoge hasta el 18 de enero, la exposición Tempo de renacer, de la artista salmantina Lucía Vicente Ezcurra. La muestra reúne una treintena de piezas creadas a partir del fotoescaparatismo, un lenguaje visual que la artista emplea para aproximarse a la realidad sufriente de Gaza y Cisjordania.
Desde esta mirada, Tempo de renacer se convierte en una propuesta en la que la Diócesis de Salamanca busca unir “estética y ética”, cultura e interpelación social, en pleno Adviento y Navidad, tiempos litúrgicos que proclaman la llegada del “príncipe de la paz”.
En su lectura de la exposición, el director del Servicio diocesano de Patrimonio artístico, Tomás Gil, destacó que Tempo de renacer, “no habla de una paz abstracta, sino de una paz concreta, la que hoy suplica el pueblo de Gaza y Cisjordania”. Recordó que una de las palabras más repetidas en Navidad es paz, pero que solo cobra sentido cuando se contempla la situación real de quienes la necesitan con urgencia: “La tragedia de Palestina y de Gaza nos ha atravesado a todos; nadie queda indiferente ante lo que está sucediendo”.
Para contextualizar la mirada artística de Lucía Vicente Ezcurra, el responsable diocesano de Patrimonio artístico recordó su trayectoria como especialista en escaparatismo. Tras su jubilación, comenzó una nueva etapa creativa en la que “se aventura a fusionar su anterior profesión con otras expresiones artísticas” como la fotografía, iniciando un nuevo estilo al que ha dado nombre de fotoescaparatismo.
“Lucía domina la luz, los volúmenes, los colores… y ahora pone todo ello al servicio de los grandes problemas de la humanidad”, destacó Gil. “Antes los escaparates exhibían productos; ahora, en sus obras, nos coloca frente a la realidad de los descartados, los desheredados de la tierra, los más pobres”, señaló. Una artista que no quiere que nos quedemos como “espectadores pasivos”, como quienes miramos la realidad desde el escaparate del móvil, sino que nos propone soluciones a través de un “compromiso desinteresado y gratuito que pueda sanar las heridas del nuestro mundo actual”.
La artista, explicó Tomás Gil, explora en esta muestra cuatro pilares necesarios para la paz: “La verdad, la justicia, el amor y la libertad” y propone la reconciliación como un horizonte posible, y evocó el ejemplo de Sudáfrica y la figura de Nelson Mandela: “Cuando nos dicen que la paz es imposible, la historia nos demuestra lo contrario” pero exige “dar pasos, hay que ser atrevidos, desinteresados y gratuitos”.
