El Instituto Universitario de Integración en la Comunidad (INICO) de la Universidad de Salamanca y la Fundación Aliados entregaron el 3 de diciembre, Día Internacional y Europeo de las Personas con Discapacidad, los XXIII Premios del Concurso de Fotografía «Las personas con discapacidad en la vida cotidiana», en un acto que ha contado con la presencia de la vicerrectora de Cultura, Matilde Olarte; la presidenta del Comité Ejecutivo de Aliados por la Integración, Almudena Fontecha; el director INICO, Emiliano Díez; y los tres fotógrafos premiados (en el caso de uno de ellos de un representante).
Los tres trabajos galardonados destacan por su capacidad para mostrar diferentes aspectos de la vida cotidiana de las personas con discapacidad, enfatizando sus capacidades, su participación social y su derecho a una vida plena e inclusiva. Según el jurado, las fotografías seleccionadas este año sobresalen por su calidad técnica y, especialmente, por su capacidad para transmitir mensajes de inclusión, dignidad y respeto a través de la lente fotográfica, abarcando desde la educación hasta el amor, pasando por el logro personal.
Primer premio: ‘Generación selfie en el recreo’, de Mateo Henríquez
La fotografía captada por el mexicano Mateo Henríquez ha ganado los 2.500€ del primer premio por inmortalizar un momento de alegría espontánea y conexión intergeneracional en un centro de educación especial en Chiapas. Su composición en contrapicado sitúa al espectador en el centro mismo del círculo de complicidad. Los rostros sonrientes, las expresiones genuinas y la cercanía de los cuerpos conforman un testimonio poderoso sobre la naturalidad de las relaciones en contextos educativos inclusivos. La elección del blanco y negro elimina cualquier distracción cromática y dirige la atención hacia lo esencial: las emociones, los vínculos y la participación activa de todos los protagonistas en un momento cotidiano que trasciende las etiquetas.
Segundo premio: ‘Al salir del agua’, de Modesta Quispe
El segundo premio, dotado con 1.500€, le ha correspondido a Modesta Quispe y aborda con extraordinaria sensibilidad un momento de introspección y logro personal. La imagen captura a un joven en el borde de una piscina, envuelto en una toalla, en una pose reflexiva que transmite serenidad y satisfacción. La composición minimalista, con su paleta de tonos neutros y la arquitectura limpia del espacio acuático, crea un ambiente de intimidad y recogimiento. La fotógrafa habla del derecho al deporte, al ocio y al bienestar físico como componentes esenciales de una vida plena, mostrando la piscina no solo como espacio de actividad sino como lugar de superación personal y autonomía.
Tercer premio: ‘Rompiendo las reglas para ser como cualquier pareja’, de Chomi Delgado
El tercer premio, con una dotación de 1.000€ ha recaído en Chomi Delgado por ‘Rompiendo las reglas para ser como cualquier pareja’ al retratar con emotividad la boda de Soraya y Nacho, una pareja con parálisis cerebral. Justo en el instante mismo en que salen de la ceremonia bajo una lluvia de confeti multicolor. La imagen rebosa alegría y celebración, y evidencia todo un logro sobre derechos, determinación y normalización. La fotografía no solo documenta una boda, sino que se convierte en un manifiesto visual sobre la igualdad y el reconocimiento de que todas las personas, independientemente de su diversidad funcional, tienen derecho a vivir su historia de amor y a celebrarla como cualquier otra pareja.
El jurado valora la calidad de los finalistas
Los tres trabajos premiados destacan por su capacidad para mostrar diferentes aspectos de la vida cotidiana de las personas con discapacidad, enfatizando sus capacidades, su participación social y su derecho a una vida plena e inclusiva. Según el jurado, las fotografías seleccionadas este año sobresalen por su calidad técnica y, especialmente, por su capacidad para transmitir mensajes de inclusión, dignidad y respeto a través de la lente fotográfica, abarcando desde la educación hasta el amor, pasando por el logro personal.
Este certamen surge en el año 2003 (Año Iberoamericano de las personas con discapacidad), con el objetivo de sensibilizar sobre cómo es el día a día de las personas con discapacidad. Por eso lo que se busca no es la instantánea que refleja la hazaña o el acto extraordinario, sino reflejar cómo es el día a día de las personas con algún tipo de discapacidad. El Concurso lleva en funcionamiento desde el año 2003. En estos 23 años han participado más de 18.000 fotografías de casi 7.300 autores. Unas cifras que prueban que el objetivo con el que se creó el Concurso ha tenido un fuerte impacto en la sociedad.



