Juca vive en Salamanca y trabaja en Madrid: «Me levanto a las 05:30 y vuelvo a casa a las 21:30, me ahorro el alquiler»

Miguel Villacorta en El Español se acerca a esta realidad de algunos salmantinos, y escribe que con el gran problema que vive España en relación a la vivienda, acceder a un hogar a un precio razonable en las grandes ciudades es un reto difícil de superar.

Por ello, muchos optan por quedarse en sus pueblos o ciudades cercanas más asequibles y moverse a grandes ciudades como Madrid o Barcelona únicamente para trabajar. Una manera de ahorrarse los altos precios que conllevan alquilar en dichas ciudades.

Así, un caso así es el de Juca, un joven residente en Salamanca que se va a Madrid a trabajar para así evitarse el alquiler y ahorrar mayor dinero que si se mudase a la capital.

España enfrenta una crisis de alquileres que se ha intensificado en los últimos años, especialmente en ciudades como Madrid, donde los precios han alcanzado niveles que superan ampliamente los salarios medios.

La combinación de alta demanda, escasa oferta de vivienda asequible y un mercado inmobiliario muy competitivo ha convertido la búsqueda de piso en un desafío casi imposible para muchos trabajadores y familias.

Como consecuencia, un número creciente de personas se ve obligado a buscar alternativas fuera de la capital.

Familias y profesionales jóvenes optan por residir en municipios cercanos o incluso en provincias más económicas, donde los precios de alquiler son más asumibles.

Esta tendencia refleja cómo la presión del mercado inmobiliario no solo afecta la independencia, sino también la vida cotidiana, los desplazamientos y la planificación familiar.

Un caso así es el de Juca, un joven de Salamanca que varias veces al mes viaja a Madrid para poder trabajar. El joven compartió su rutina a través de su perfil de TikTok (@jukaperci).

«Me levanto a las 5:30 de la mañana y no voy a decir que es fácil porque tengo que poner varias alarmas», señalaba. «El tren sale a las 6:20 así que no tengo mucho tiempo. Como estos días ha hecho más frío en Salamanca que en Helsinki, me pongo varias capas para salir a la calle».

Juca compartía las condiciones que tenía que asumir al salir tan pronto: «Como no tenemos autobús nocturno pues me doy una caminada hasta la estación. Hace tanto frío que no encuentro a nadie de camino, ni siquiera estudiantes volviendo de fiesta».

«Llegamos a la estación y en el tren va mucha gente trabajando porque, por desgracia, Salamanca no tiene mucho trabajo«, indicaba. «Si eres una persona de una ciudad pequeña lo entenderás. Ya sabes que es muy difícil encontrar un empleo relacionado con lo que estudiaste».

Su tren, antes de llegar a Madrid, hacía paradas en Medina del Campo y Segovia. Así hasta llegar a la estación de Chamartín, donde empieza su trayecto en la capital hasta su lugar de trabajo.

«Llegamos a Madrid a las 8:00«, aseguraba Juca. «Como trabajo a las 9 y odio el Metro en hora punta, me doy un paseo».

«Lo primero que hago nada más llegar a la oficina es prepararme el desayuno: un poco de avena y unos palos tristes. Me pongo con el ordenador, después una reunión y descansamos para comer. Un té verde y volvemos a ponernos con el ordenador», contaba el joven sobre su rutina en el trabajo.

Después de su jornada de trabajo, el joven finaliza a las 18:00. «Como el tren a Salamanca sale a las 21:30, me doy un paseo a Chamartín. A veces he quedado con amigos para tomar algo, pero con este tiempo no me apetece. Llegamos a la nueva estación de Chamartín, esperamos al tren, otra vez el paseo infernal al tren», remarcaba.

Al final del vídeo, Juca hacía una reflexión sobre cómo, si decidiese mudarse a Madrid a vivir, tendría que hacer frente al alto precio del alquiler en lugar de ahorrar como hace ahora.

«Mucha gente me pregunta si me compensa y claro que me compensa, ahorro todo mi salario y no tengo que pagar el 70% de mi salario en una habitación«, recalcaba el joven. «Es duro pero a final de mes soy mil veces más feliz que si estuviera pagando algo allí. Leo un poco y llegamos a Salamanca».