El artista salmantino Carlos Piñel inauguró ayer una exposición en la galería Luis Méndez que reúne una serie de pinturas realizadas para esta muestra durante los últimos meses.
Piñel pertenece a esa generación de artistas que alrededor de los años setenta y ochenta encontraron un lenguaje propio partiendo de la abstracción para dirigir su pintura hacia una lectura lírica de la realidad, basada en la experimentación con la forma, el color y la luz.
En la exposición «La poesía iluminada», celebrada en la Biblioteca Pública Casa de las Conchas hasta el pasado mes de enero, se pudo apreciar el diálogo que Piñel establecía con la obra de poetas como Aníbal Núñez, Antonio Gamoneda o Claudio Rodríguez. Un juego de inspiraciones cruzadas en el que las imágenes poéticas cobraban nuevas interpretaciones al convertirse en materia pictórica y escultórica.
La muestra que presenta en la galería Luis Méndez propone un acercamiento al trabajo cotidiano que realiza el artista en su taller: la búsqueda constante y viva de un lenguaje que consigue hermanar lo geométrico y lo orgánico, dominado por el color, la línea y el gesto. Obras de pequeño formato que conforman un universo íntimo. Instantáneas de “la sabiduría de su manera, el alfabeto personal que lo identifica”, afirma Ricardo G. Núñez, comisario de la exposición.
“Entren sin antorchas en la lógica chorreante de tanta vibración material. Les espera aquí el rumor inabordable de lo imprevisto. Vibrante, diverso, unánime”, ha escrito sobre sus obras el poeta Tomás Sánchez Santiago.
No hay muchas oportunidades de apreciar la obra de esa generación de artistas salmantinos que introdujeron la vanguardia plástica en este territorio: sus aportaciones parecen borradas de la frágil memoria cultural de la ciudad. Esta exposición permite comprobar hasta qué punto esa huella sigue presente y viva.
La muestra permanecerá abierta hasta el 7 de junio en la galería Luis Méndez (C/ Meléndez, 8). Se puede visitar en horario de 10:30 a 14 horas y de 17 a 20:30 horas de lunes a sábado.