María Caamaño vivió uno de los momentos más importantes de su vida al encontrarse con el papa Francisco en el Vaticano. La joven, conocida por su fuerte fe y compromiso social, compartió en sus redes sociales la emoción de este encuentro, que calificó como «un día para no olvidar».

Durante la audiencia con el Sumo Pontífice, Caamaño tuvo la oportunidad de entregarle varios obsequios y cartas en nombre de la Diputación de Salamanca, la Parroquia de Encinas de Abajo y su asociación «La Sonrisa de María».

«Todos sabéis lo creyente que soy y hoy, gracias a lo que hablaron mi profe Paulino y mi mamá, he conseguido dar este abrazo al Papa», escribió en sus redes sociales, destacando la importancia personal y espiritual de este momento.

Tras la audiencia, Caamaño y su grupo realizaron una visita por el Vaticano. La joven manifestó su admiración por el lugar, calificándolo de «una pasada». Como parte de su viaje, también tiene previsto desplazarse a Asís para visitar la basílica donde se encuentra el beato, y próximo santo, Carlo Acutis, a quien considera su «protector».

Este viaje representa para María Caamaño la concreción de un sueño largamente esperado y un momento de profunda alegría, que ha querido compartir con sus seguidores bajo un mensaje de optimismo y gratitud.