La fotografía de hoy es de Álex Gutiérrez. Imagen del Parque Natural de Las Batuecas.
Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, estar en Las Batuecas es estar distraído y ajeno a aquello de que se trata: es decir, absorto y embelesado. Son sensaciones que siguen sintiendo los visitantes de este valle secreto, protegido por escarpadas montañas y en el que se localiza un bello bosque de carácter mediterráneo. Un lugar donde han encontrado refugio algunas interesantes especies de la fauna ibérica.
En el siglo XVI fue el lugar elegido por eremitas y monjes y aún hoy el monasterio, situado entre esbeltísimos cipreses al fondo del valle, continúa habitado por Carmelitas descalzos entregados a la vida contemplativa y las muchas ermitas diseminadas por todo el valle, muchas de ellas derruidas, dan fe de esta vida de retiro y espiritualidad que llevaban los frailes.