Hoy se ha presentado la escultura de Diego de Saavedra Fajardo, que estudió Cánones y Leyes en la Universidad de Salamanca, en un acto celebrado frente a la fachada norte de la Facultad de Derecho, en el Campus Unamuno.
Se trata de una obra en bronce de 1,80 metros de altura instalada sobre una base de acerco corten y una peana de hormigón que artista elaboró para reconocer la figura del diplomático Diego de Saavedra Fajardo (Algezares, 1584 – Madrid, 1648), quien jugara un papel determinante en la diplomacia española de la primera mitad del siglo XVII.
La instalación de la obra, donada por la Fundación Venancio Blanco a la USAL, pone el cierre de las conmemoraciones celebradas por el centenario del artista de Matilla de los Caños, “y nos gustaría pensar que contribuirá, a través del arte, al desarrollo de la universidad”, tal y como ha expresado el hijo del escultor, Francisco Blanco, en el acto protocolario de presentación.
El rector, por su parte, ha recordado “la figura de Venancio Blanco como uno de los emblemas de la Salamanca contemporánea”, y ha expresado su agradecimiento por la donación y por contribuir así desde la universidad a cerrar de forma brillante el centenario del creador.
Diego de Saavedra Fajardo fue un destacado diplomático, literato y representante clave de la Contrarreforma. Tras formarse en la Universidad de Salamanca entre 1600 y 1608, ejerció una intensa actividad diplomática primero en Roma, donde ejerció como letrado de cámara del Cardenal Borja y secretario de embajada y después en Europa Central durante la Guerra de los Treinta Años, Saavedra desempeñó roles significativos en la política eclesiástica e internacional. Su etapa centroeuropea, iniciada en 1633, lo llevó a ser representante del Rey de España ante el duque de Baviera y posteriormente plenipotenciario para la Paz de Westfalia en 1643. En su actividad literaria su obra más conocida es «Idea de un príncipe político cristiano», donde reflejó sus ideas políticas.