Vamos a comenzar el año 2024 y la famosa casa abandonada del paseo de la Estación continúa abandonada. Las multas a sus propietarios por falta de mantenimiento y los embargos municipales para el pago de los trabajos de apuntalamiento, limpieza y desratización llevaron a los anteriores dueños a venderla, el chalet salió en 2019 a la venta por 2 millones de euros. Aparecieron unos compradores y dieron 100.000 € de señal a falta de hacer las escrituras, según información de La Crónica de Salamanca. Se les comunicó que tenían que respetar el chalet, pero que detrás podrían edificar hasta seis alturas. Con esta información entregaron la señal. Cuando fueron a escriturar solicitaron informes y el Ayuntamiento les dijo que sólo se pueden edificar tres alturas. Entonces se paró la operación y la familia no les devolvió la señal. Como la operación no avanza la familia propietaria lo sacó otra vez a la venta.
En abril de 2013, el inmueble se vio «okupado» por un grupo de personas que fueron desalojadas por la policía local. Tras la expulsión el edificio fue clausurado por su peligrosidad y tiempo después, apuntaladas y selladas sus puertas y ventanas. Su ruina es hoy prácticamente total, pero la casa continúa en pie a pesar de la vegetación descontrolada, los incendios, las inundaciones y del paso inexorable del tiempo.
Las incógnitas sobre su historia y la dejación de sus propietarios no ha hecho más que fomentar un halo de misterio romántico a su alrededor. Según datos de Salamanca en el Ayer, la casa que Alfredo Sánchez Moyano mandó construir es un hotel o chalé urbano ubicado en un solar de 1473 m². Tiene forma de paralelepípedo rectangular en estilo ecléctico con 408 m² construidos en dos plantas, linterna en el tejado y fachada de ladrillo con recercos de piedra franca. Los huecos lucen contraventanas venecianas que confieren al edificio, junto al mirador de madera y cristal de la primera planta, su más notoria característica. A la casa, que se eleva por encima del nivel del suelo seguramente para protegerla de las inundaciones, se accede a través de un porche descubierto con balaustres y verja al que se llega por una escalera de piedra de cinco escalones. El solar se completa con un jardín, hoy abandonado, y varias construcciones para los distintos servicios del edificio principal. El conjunto presenta una verja y puertas metálicas hacia el paseo de la Estación, muros de piedra a la calle Don Bosco y a su solar vecino y una construcción auxiliar a la calle Primero de Mayo. Lamentablemente no conocemos el autor del proyecto.
Muy probablemente la casa se construyó entre 1902 y 1903, ya que el Ayuntamiento aprobó en septiembre de 1902 el acta de alineación para la obra que Alfredo Sánchez Moyano pensaba realizar en el paseo de la Estación.
Alfredo Sánchez Moyano era hijo de Esteban Sánchez Bordona, farmacéutico de Alba de Tormes, propietario, vecino de Madrigal de las Altas Torres y ex diputado por la provincia de Ávila, y de Marcelina Moyano Aguilar (†1913). Además de Alfredo, el matrimonio tuvo otros hijos: Joaquina (†25/10/1925), Francisco de Paula y Cayetano Sánchez Moyano (†1903).
Como curiosidad, el 25 de mayo de 1891, el padre de Alfredo, Esteban Sánchez Bordona, a la edad de cincuenta y tres años, compró por once mil pesetas el convento agustino de extramuros de Madrigal de las Altas Torres y sus tierras. En este convento había muerto, en el verano de 1591, Fray Luis de León.
A la muerte de Esteban, acaecida el 19 de julio de 1912, sus hijos Alfredo, en ese año de 44 años de edad (lo que entrega un año de nacimiento de 1868) y Joaquina, de 34 años de edad, heredaron el convento agustino. Alfredo vendió a su hermana Joaquina la parte del convento que le correspondió en la persona de su marido Teófilo Sobrino Sanz por 2000 pesetas, Teófilo era farmacéutico en Fuente del Sol (Valladolid) y los herederos de ambos son los actuales propietarios del convento.
Su hermano Francisco de Paula (de 32 años en 1912) fue boticario en Madrigal y su hermano Cayetano, alcalde de Madrigal, falleció durante su mandato en 1903 y de su matrimonio con María de la Consolación Fernández de la Mela y Luengo (43) dejó tres hijos Esteban, Flora y Cayetano Sánchez Bordona y Fernández de la Mela según el testamento que hizo Esteban Sánchez Bordona el 30 de abril de 1909 ante el notario Enrique Escribano García de Madrigal de las Altas Torres.
El matrimonio de Alfredo y Beatriz tuvo seis hijos: Alfredo (n. en Madrid en 1898), Beatriz (n. en Salamanca en 1900), Manuel (n. 1902), Marcelina (n. 1903), Joaquina (n. 1905) y María del Carmen (n. ca. 1916⁵).
Alfredo, el hijo mayor, falleció a los 21 años, el 29 de diciembre de 1919, cuando acababa de terminar la carrera de Derecho.
Alfredo Sánchez Moyano presentó su dimisión del cargo de Delegado Regio para la Represión del Contrabando y la Defraudación de la Región del Noroeste en 1927, siendo aceptada por R.D. del 13 de octubre de 1927. También por R.D. del 27 de octubre de 1927 fue jubilado por imposibilidad física del Cuerpo de Abogados del Estado.
En noviembre de 1927, comenzó a trabajar como apoderado general de la casa del duque de Medinaceli, Luis Fernández de Córdoba y Salabert, marchando, con su mujer y sus hijas, a residir en Madrid, en la calle Sagasta, 19 primero. Su hijo Manuel, que por entonces era también abogado del Estado en Salamanca, pidió el traslado a Madrid y le fue concedido, marchando también en enero de 1928.
Alfredo había participado activamente en la vida social y cultural de Salamanca. En 1897 formó parte del condominio del teatro Bretón; fue, entre otros cargos, secretario del Casino de Salamanca y sobre todo se le recordará como eficaz vicepresidente de la Cruz Roja salmantina. Durante unos años puso en marcha una academia, junto con su gran amigo Baldomero Gabriel y Galán, para preparar las oposiciones a la abogacía del Estado.
Alfredo Sánchez Moyano, falleció, a los 70 años, el día 29 de marzo de 1938. Antes, su hija Marcelina había fallecido en Madrid el 30 de julio de 1932. También su hija Beatriz falleció antes que él, sin que hayamos podido determinar la fecha concreta.
Como hemos mencionado, Manuel Sánchez Mesonero había obtenido por oposición en 1924 una plaza como abogado del Estado siendo designado inicialmente a la abogacía del Estado de la Delegación de Hacienda de Salamanca. Contrajo matrimonio tardíamente en la iglesia del Cristo de la Salud de Madrid en 1961 con María Luisa González de Rivera Galcerán, hija del marqués de Montoro. Manuel falleció el 17 de junio de 1984 y su esposa el 8 de enero de 1989 sin dejar descendencia. Sabemos que Manuel tomó hacia 1923 los apellidos Sánchez-Moyano Mesonero.
De Joaquina Sánchez Mesonero no hemos encontrado dato alguno y sólo podemos inferir que falleció después de 1938 y antes de 1984, fecha de la muerte de su hermano Manuel.
Carmen Sánchez Mesonero murió a los 85 años, en agosto de 2001, sus hijos fueron Beatriz, Ángel, Alfredo y Javier que con mucha probabilidad serán, ellos mismos o sus descendientes, los propietarios de la casa.
La historia de la casa y su abandono es una verdadera incógnita. En octubre de 1927, el mes anterior de la partida de la familia a Madrid, Alfredo solicitó al Ayuntamiento, y se aprobó, la apertura de una puerta cochera a cambio del arreglo por su cuenta de la rasante posterior de su finca. Efectivamente la edificación de su finca en la calle primero de mayo muestra la puerta cochera a nivel de calle y sin embargo la variación de la rasante de la calle dejó las ventanas a nivel del suelo actual.
Alfredo estudió derecho en la universidad de Valladolid y por Real Orden del 22 de junio de 1892, obtuvo plaza de abogado del Estado, con el número 4 en la oposición celebrada el 9 de diciembre de 1891. Junto a él, también la obtuvieron Baldomero Gabriel y Galán (7), D. Francisco González de la Riva, marqués de Villalcázar (12) y D. Marcelino Herrero y Herrera (14).
En septiembre de 1894, a propuesta del ministro de Hacienda, se le nombró Fiscal del Tribunal Provincial de lo Contencioso-Administrativo de Salamanca.
Contrajo matrimonio con Beatriz Mesonero Ruano, hija de Manuel Mesonero Bautista de Villar de Gallimazo que había fallecido, ya viudo, el 4 de agosto de 1883 siendo Beatriz todavía una niña.
Fue comprador de Bienes Nacionales, adquiriendo en 1897 una finca de 400 huebras llamada “Peña de la Cruz” en Navarredonda de Salvatierra.
No era la única propiedad de la familia en Salamanca puesto que disponían, seguramente entre otras, de los bienes heredados por su esposa en Villar de Gallimazo, localidad que visitaron con frecuencia. Además, a finales de la década de 1910 adquirió la finca «Monte Alto» en Madrigal de las Altas Torres.
A petición propia fue trasladado, en diciembre de 1897, a La Dirección General de lo Contencioso en Madrid.
Durante su estancia en Madrid mantuvo vivos sus lazos con Salamanca participando en los actos de la colonia salmantina en Madrid y allí nació en octubre de 1898 su primer hijo, Alfredo.
En junio de 1900 volvió a ser destinado a Salamanca donde desarrolló el resto de su carrera como funcionario del Estado. En 1923 siendo jefe de la abogacía del Estado en Salamanca fue nombrado, por Real Decreto de 16/11/1923, Delegado Regio para la Represión del Contrabando y la Defraudación de la región del Noroeste, eligiendo Salamanca como domicilio habitual.
La historia de la casa y su abandono es una verdadera incógnita. En octubre de 1927, el mes anterior de la partida de la familia a Madrid, Alfredo solicitó al Ayuntamiento, y se aprobó, la apertura de una puerta cochera a cambio del arreglo por su cuenta de la rasante posterior de su finca. Efectivamente la edificación de su finca en la calle Primero de Mayo muestra la puerta cochera a nivel de calle y sin embargo la variación de la rasante de la calle dejó las ventanas a nivel del suelo actual.
Tras el traslado a Madrid en 1927, la familia regresó a Salamanca periódicamente, pero estas visitas parecen cesar tras la muerte de Alfredo o al menos los ecos de sociedad dejan de informar sobre ellas.
Es habitual referir que en esta casa tuvo residencia el consulado alemán durante la II Guerra Mundial, aunque reconocemos no haber encontrado pruebas de ello.
La publicación de un fantástico reportaje fotográfico en color en el blog Rumbo al Misterio muestra el estado de abandono en el que quedó el inmueble con todos sus enseres, fotografías, libros, documentos, etc. No se informa sobre el origen de las fotografías, su autor o fecha de realización aunque se nos antojan de diversos años entre la década de 1980 y la de 1990, sin que quepa la menor duda de fraude.
Un comunicante del blog Rumbo al Misterio, también anónimo y vecino de la zona, informa sobre los intentos de conservar el inmueble de una señora mayor de pelo blanco durante los meses de agosto, pero hasta eso se terminó y el expolio a que posteriormente se vio sometido el hotelito puede comprobarse en el vídeo de Alber X.
Fotografías: Blog Rumbo al Misterio.