Francisco Javier Dávila González, salmantino de 58 años, regresa a ‘Pasapalabra’. El profesor de Derecho Civil en la Universidad de Cantabria y funcionario del Gobierno cántabro pelea desde este miércoles por el jugoso bote del programa (1.372.000 euros). Conocido por su extensa participación en concursos televisivos, Dávila acaba de ganarse su plaza tras imponerse a Fernando en la llamada ‘Silla azul’. Además ha terminado el programa venciendo a Pablo Díaz, que lleva más de 168 programas seguidos, con el récord de participación en concursos televisivos.

Dávila, abogado sindicalista y profesor universitario, nació y creció en Salamanca, aunque tiempo después se trasladó a vivir a Santander. Javier es un viejo conocido de ‘Pasapalabra’ y, por supuesto, de ‘Saber y ganar’. Se convirtió en el tercer concursante que alcanzó los 100 programas, aunque lo hizo en dos tandas. Primero completó 84 entregas en 1998 y años más tarde, concretamente el 22 de marzo de 2006, alcanzó el límite, después de que hiciesen una repesca entre todos los concursantes que se encontraban cerca del centenar de programas. En total, se embolsó 90.025 euros, siendo ese uno de los diez premios más altos que el concurso ha entregado en sus 24 años de historia.

Javier es toda una leyenda, un verdadero adicto a los concursos y no tiene ningún problema en reconocerlo: «Me gusta mucho verlos, aunque cuando estás dentro los disfrutas mucho más. Después de ir una vez ya te pica el gusanillo, por eso yo procuro presentarme a los que haya. Está mal decirlo, pero yo disfruto, me lo paso bien con esa tensión y, si encima ganas dinero, mucho mejor». Además, le encanta la fama y no tiene ningún problema en que le reconozcan por la calle: «Sólo hay un 1 por 1.000 de la gente que se acuerda de algo que has hecho mal. La gente se acuerda de lo bueno, y eso te sube el ego y te quedas muy contento».

Tras su paso por el programa original, Javier Dávila probó suerte en ‘Pasapalabra en familia’ en mayo de 2018. El salmantino participó con su madre Adela (maestra jubilada en el colegio María Auxiliadora) de 83 años, y su hermano Antonio. Pelearon por un bote de 114.000 euros, sin embargo, fueron eliminados por la familia Santamaría.

¿Qué hubiesen hecho con aquel bote? Algo muy bonito y especial: «Queremos hacer una cosa, que es un poco extraña», desveló Javier. «Antonio tiene una hija, que se llama Valentina. El día de su bautizo mi hermano mayor, Ignacio (médico en el Hospital Universitario de Salamanca), le escribió una nana. Y para que tuviera un recuerdo, nos gustaría grabarla en condiciones y que la tuviera para el futuro. Sería como inmortalizar ese momento». En aquel momento, y con aquel bote, no fue posible. La pregunta ahora es ¿qué haría Javier Dávila si logra ahora «arrebatarle» el bote a Pablo Díaz?

Imágenes de Mediaset