El Ayuntamiento de Salamanca, con motivo de la celebración del Año de Investigación Ramón y Cajal, ha organizado una exposición dedicada a uno de los científicos más importantes de la historia de España.
Dicha muestra lleva por título Cajal: Ciencia y Arte, y se podrá visitar de manera gratuita hasta el 27 de febrero, en el Centro Municipal Integrado Trujillo en horario de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00 horas.
Esta exposición pretende ser un tributo a la vida y obra del premio Nobel español y su intención es acercar a estudiantes y público en general su prolífica trayectoria científica y artística a través de elementos como facsímiles de dibujos científicos realizados por Santiago Ramón y Cajal, facsímiles del díptico y la medalla del premio Nobel otorgado al investigador, fotografías biográficas o la reproducción de su retrato pintado por Joaquín Sorolla.
La recopilación de estos materiales ha sido realizada por la profesora Rosario Moratalla, del Instituto Cajal (CSIC), y la exposición ha sido comisariada a nivel local por Divulga Salamanca, plataforma de divulgación científica creada por José Francisco Adserias Vistué, Raquel Carnero Gómez y Luis Marcos Nogales, farmacéuticos por la Universidad de Salamanca.
Santiago Ramón y Cajal
Santiago Ramón y Cajal (1852-1934) es reconocido como uno de los fundadores de la neurociencia moderna. Estudió medicina en la Universidad de Zaragoza y se especializó en histología y anatomía patológica. Aunque se convertiría en uno de los científicos más importantes de la historia, también destacó por su brillante faceta artística. El dibujo y la fotografía fueron sus grandes pasiones. Dichas inquietudes fueron fundamentales para su formación y desarrollo científico, ya que a través de dibujos de alta calidad artística fue capaz de ilustrar la anatomía del sistema nervioso.
Su mayor aportación científica fue la conocida Doctrina de la neurona, que sostiene que el sistema nervioso está formado por entidades especializadas e independientes que se comunican entre sí, las neuronas. La principal dificultad a la que se enfrentó esta teoría fue la incapacidad de visualizar claramente las células usando microscopios que no estaban suficientemente desarrollados. A pesar de ello, Cajal superó las dificultades de su época, y gracias a la tinción de Golgi, logró visualizar las neuronas como unidades individuales. Por ello, fue galardonado con el Premio Nobel en Fisiología y Medicina en 1906.
A través de sus obras literarias, Cajal trató de transmitir los principales valores que tanto le ayudaron en sus inicios como investigador: la independencia mental, la perseverancia en el trabajo y la curiosidad intelectual. En definitiva, que “Toda obra grande es el fruto de la paciencia y la perseverancia, combinadas con una atención orientada tenazmente, durante meses y años, hacia un objeto en particular”.
Los trabajos de Cajal han supuesto una auténtica revolución en el ámbito de la neurociencia. Gracias a su labor, se fundó en Madrid el Laboratorio de Investigaciones Biológicas (1900) y en el 1920 el Instituto Cajal para honrar la memoria de su fundador. Ahora el Consejo Superior de Investigaciones Científicas celebra el primer centenario de la fundación del Instituto Cajal. Esta exposición pretende reconocer la excelente trayectoria científica y artística de Cajal, y difundir los valores que le permitieron convertirse en un referente científico a nivel mundial.