Los hermanos Galindo graban su villancico Rondalla en Salamanca
Álvaro y Cati te preguntan si «¿sabías que la TUNA también tiene su villancico? Imagínate una tuna dentro de la cueva de Belén, es justo lo que desearía hacer la sagrada familia, festejar el nacimiento del Mesías. Para eso, qué ciudad mejor que Salamanca para ir a grabar. Fue de las primeras universidades del mundo.»
Son de una familia de nueve hermanos y los tres más pequeños: Álvaro, Cati y Pilu Galindo llevan ya tres discos recopilatorios de Villancicos, que cada vez tienen más éxito. Cuentan ya con más de 12.000 seguidores en redes sociales y desde allí cuentan con multitud de villancicos, la mayoría compuestos por ellos mismos.
Los tres hermanos tenían clara, eso sí, una premisa: «Las letras de nuestros villancicos tienen que hablar de Dios», dice Galindo, que ve en la sociedad un «hambre» de Dios, de valores cristianos y de la belleza de la familia. «Creo que los villancicos –añade– han triunfado por esos dos pilares: porque hablan de Dios y de la familia», declaraban hace unos días en una entrevista en El Debate.