El Obispo de Ciudad Rodrigo y de Salamanca felicita la Navidad a la comunidad diocesana
En su primera Navidad como obispo de la Diócesis de Salamanca, José Luis Retana, ha compartido un mensaje de luz y esperanza para vivir los próximos días, a través de un vídeo difundido en el canal diocesano de YouTube.
En sus palabras, reconoce que este Adviento está teniendo un significado, “especial”, que quiere compartir con la comunidad diocesana, a los que da las gracias “por la acogida que habéis hecho conmigo a lo largo de todo este año que llevo entre vosotros”.
El prelado reconoce que estos días hay muchas cosas que distraen, “muchas luces, muchas compras, muchos encuentros, muchas cenas… que nos distraen de lo esencial”. José Luis Retana lamenta que existan instituciones empeñadas en que desaparezca lo esencial de la Navidad, “de quitar de los colegios, de la familia, de las parroquias, de hacer que desaparezca lo esencial que es para nosotros”.
Al respecto, el pastor diocesano cree que es “como si quisiéramos vivir la Navidad por lo civil, una cosa incomprensible, pero a veces da la sensación de que en algunos lugares se quiere vivir la Navidad por lo civil, y quitamos al protagonista principal, que es Jesús”. Retana subraya en su mensaje que el protagonista principal es Dios que se hace hombre: “Dios que se hace carne, que se acerca a nosotros en la debilidad de la carne, de un niño pequeño, y que viene a nosotros para ser nuestra compañía, para acompañarnos en el camino de la vida”.
Un mensaje de esperanza para todos
El obispo insiste en que lo que celebramos estos días, “es el amor de Dios que se hace hombre y quiere ser nuestra luz, quiere ser nuestra paz, y quiere acompañarnos, sobre todo, y muy especialmente, en los momentos difíciles de la vida”. José Luis Retana desea a todos una feliz Navidad, “una Navidad cristiana para todos y cada uno de vosotros, para las familias de la diócesis, para las parroquias, pero quiero hacer una invitación especial, sobre todo, para aquellos que tienen motivos para que no sea una Navidad excesivamente feliz”.
En este sentido, el prelado menciona a las personas con problemas en el trabajo o sin trabajo en la familia; “en los afectos rotos, en la enfermedad, en la soledad de los ancianos”, y a todos ellos de un modo especial quiere transmitir, “que Dios está con ellos, que viene a acompañarnos en esos momentos difíciles de la vida”.