La fotografía de hoy es de Rosa Sánchez. Imagen desde el interior del Palacio de la Salina.
Cuenta la propia autora de la foto que este palacio es un espacio del siglo XVI envuelto, como muchos, en una leyenda de amor. Cuenta la leyenda que el arzobispo Alonso de Fonseca, un poderoso e influyente personaje de la época, viajó a Salamanca a un concilio diocesano y pidió a las familias nobles de la ciudad que acogieran a su amante, María de Ulloa. Éstas se negaron, lo que enfadó tanto al arzobispo que, como venganza, mandó construir este Palacio de la Salina (nombre que debe a haber sido estanque de sal) y lo decoró con las grotescas figuras que soportan la galería y que representan a los nobles que no quisieron alojarles, quedando así condenados para siempre al esfuerzo de soportar el edificio.