Salto de Aldeadávila, una pared de hormigón en el cañón de las Arribes del Duero
Viajamos ahora al padre de todos los embalses en lo que a espectacularidad se refiere: el Salto de Aldeadávila. Se trata de una megaestructura hidroeléctrica encajonada en los profundo cañones de las Arribes del Duero y que sirve de frontera entre España y Portugal. La presa tiene unos 130 metros de altura, pero, por encima de ella, los paredones de granito suben el doble hasta alcanzar los 400 metros de profundidad.
Es posible que sí te suene. Porque esta presa silenciosa no es. En absoluto. De hecho, ha servido de escenario cinematográfico para películas nacionales e internacionales. Pero una cosa es que te suene y otra muy distinta es estar allí. Su situación es de lo más remota y para llegar a ella tendrás que circular por una carretera de profundas curvas. Y más curvas todavía si quieres llegar al mirador de la presa, situado en la parte más alta del cañón. Las vistas hacen de la palabra espectacular un solo atisbo de lo que es en realidad.