El 23 de abril de 1987, Día de Castilla y León, el nuevo rey Carlos III del Reino Unido visitó Castilla y León. El entonces príncipe de Gales realizó un recorrido histórico y cultural por las calles de Salamanca como parte de una visita de varios días en España, acompañado de su esposa, la carismática Diana de Gales, en el que se empapó de la vasta monumentalidad de la capital salmantina y quedó impresionado por sus calles y recovecos.

Los príncipes de Gales llegaron a Salamanca en helicóptero desde Madrid, donde se encontraban en visita oficial desde tres días antes, acompañados por las infantas Elena y Cristina, y fueron recibidos en el Ayuntamiento por el entonces alcalde, el socialista Jesús Málaga. Carlos y Diana saludaron desde el balcón a los centenares de salmantinos que vitoreaban a la pareja en lo que era una visita inédita a tierras de Castilla y León.

Durante su discurso en el Consistorio, Carlos agradeció el recibimiento y recordó un episodio del pasado común compartido por el Reino Unido y Salamanca. Concretamente, se refirió a la presencia en la capital salmantina del Duque de Wellington y de los soldados británicos que lucharon codo con codo con los españoles durante la Guerra de la Independencia. Wellington y sus hombres tuvieron un papel crucial en la liberación de la ciudad de la ocupación francesa en 1813.

También tuvo tiempo, durante su discurso, de referirse a los vínculos entre la Universidad de Cambridge y la de Salamanca que, aseguró, compartían el honor de ser dos de las más antiguas del mundo. Ambos templos del saber fueron fundados con menos de diez años de diferencia, en 1209 y 1218 respectivamente.

Un recorrido por el centro histórico salmantino

Los príncipes de Gales iniciaron posteriormente un recorrido por el centro histórico de Salamanca. Carlos y Diana visitaron la Catedral Vieja y la Nueva, el Museo Municipal y el Museo Diocesano, con la compañía del entonces obispo de la Diócesis salmantina, Mauro Rubio.

Después, se dirigieron a la Universidad de Salamanca y visitaron el aula de Fray Luis de León y la biblioteca, conversando, además, con un grupo de estudiantes. La visita finalizó con una comida en el Colegio Mayor Fonseca, de gran tradición entre los universitarios de la ciudad. Allí, fueron despedidos por la tuna y un estudiante llegó a colocar su característica capa a la princesa Diana.

Entrada la tarde, los príncipes de Gales y las infantas Elena y Cristina emprendieron su viaje de vuelta a la capital de España en helicóptero para finalizar la jornada con una cena en la embajada del Reino Unido en Madrid. El colofón final para el día en el que se produjo la, hasta ahora, única visita del nuevo rey Carlos III del Reino Unido a Castilla y León.