La pasada semana, en el Colegio Salesiano María Auxiliadora de Salamanca, los alumnos desde 5º de Primaria hasta 4º de ESO han asistido a un show de humor y motivación representado por José de Luna “Josete”, conocido como Juanma en la película Campeones, y Edu Luky, actor, cómico y monologuista con más de 28 años en la profesión.
Ambos han conformado un dúo que no sólo hace reír: han transformado la palabra “discapacitados” en “doscapacitados”, una forma ingeniosa y valiente de recordar que todos tenemos capacidades que potenciar y compartir.
El espectáculo, que ya se presenta como un auténtico “chute de positivismo”, combina anécdotas personales, humor inteligente y una mirada sincera sobre la vida. Edu y Josete ayudan a descubrir la importancia de aceptarnos tal y como somos y de afrontar cada día con una sonrisa, porque — como ellos mismos dicen— la vida es un regalo que hay que disfrutar.
Una invitación a mirar la vida con esperanza y actitud positiva
Desde el humor y una actitud amable ante los retos, los artistas animaron a los alumnos a enfrentarse a las dificultades con una mirada nueva, más positiva y confiada. Recordaron que, en muchas ocasiones, somos “demasiado quejicas” en un mundo lleno de posibilidades para mejorar y hacer cosas buenas.
Su mensaje insistió en una receta tan sencilla como poderosa: humor, constancia, trabajo y ganas de esforzarse para alcanzar nuestras metas. Entre risas y momentos emotivos, transmitieron una visión esperanzadora que conectó profundamente con los jóvenes.
La actitud entrañable de José de Luna y la energía de Edu Luky hicieron que la experiencia resultara especialmente cercana, dejando en el ambiente un mensaje de ánimo y confianza en el presente y en el futuro.
Un encuentro que conecta con el estilo educativo salesiano
El Colegio Salesiano María Auxiliadora ha agradecido profundamente esta visita, que encaja plenamente con la misión salesiana de acompañar a los jóvenes desde la cercanía, la alegría y la educación en valores.
El espectáculo se convirtió en un verdadero espacio de crecimiento personal, donde los estudiantes pudieron descubrir que cada persona —con sus talentos y limitaciones— es valiosa y tiene la capacidad de transformar su realidad. Edu y Josete ofrecieron una experiencia que refuerza nuestro empeño por educar en la esperanza, la resiliencia y la mirada positiva hacia la vida, tal como soñó Don Bosco para sus muchachos.




