Rosa Gómez hace respirar la piedra de la Catedral de Salamanca

La antropóloga visual Rosa Gómez vuelve a sorprender con una creación en la que el patrimonio cobra vida. Su nueva obra, titulada “Cuando la piedra respira”, transforma los relieves de la Catedral de Salamanca —aves, ciervos, criaturas fantásticas y el famoso astronauta— en símbolos del tiempo, la memoria y la vida latente del arte.

La pieza, concebida como un vídeo en formato vertical (reel), combina animación mediante tecnologías emergentes e inteligencia artificial. El resultado que nos presenta es un fragmento de una obra completa, una secuencia hipnótica en la que las figuras pétreas parecen moverse o respirar con una delicadeza casi imperceptible. No se trata de una recreación fantasiosa, sino de una reinterpretación artística respetuosa con la obra original, que busca activar la sensibilidad del espectador y recordar que el arte no pertenece solo al pasado, sino que sigue latiendo en el presente.

La idea surgió de una pregunta muy sencilla: ¿qué ocurriría si las piedras pudieran despertar?”, explica la autora. “He querido escuchar lo que la materia calla, dar voz a lo inerte y mostrar cómo el arte gótico dialoga con nuestro tiempo desde la emoción y la imagen”.

Cuando la piedra respira” forma parte de su proyecto de largo recorrido “Antropología Visual – Identidad y Patrimonio”, en el que Rosa Gómez reinterpreta el legado cultural desde una mirada contemporánea, emocional y tecnológica. Cada criatura de la Catedral representa para ella un fragmento del alma simbólica del templo: el ave como elevación, el ciervo como inocencia, el jabalí como coraje y el astronauta como metáfora de la conexión con el futuro.

La obra propone una reflexión sobre la permanencia del arte y la fusión entre pasado y futuro, donde la piedra se convierte en un ser vivo y el tiempo deja de ser lineal. En palabras de la artista:

Cuando el arte despierta, incluso la piedra tiene alma.”

Con este trabajo, Gómez vuelve a situar a Salamanca como un territorio vivo de creación artística, donde la tradición y la innovación se entrelazan.
Su trayectoria, reconocida internacionalmente en los
 MUSE, Tokyo, London y European Photography Awards, consolida una visión única en la que la antropología visual se convierte en un puente entre lo ancestral y lo contemporáneo.

Este proyecto se suma a su reciente trabajo “Cartografía visual de la indumentaria tradicional de la provincia de Salamanca”, una investigación audiovisual pionera en la que, utilizando tecnología NeRF (Neural Radiance Fields), documentó y transformó los trajes tradicionales salmantinos en registros tridimensionales, generando una experiencia visual inmersiva y sensorial.
Como artista multidisciplinar y pionera en
 Tecnologías Avanzadas para la Difusión y Puesta en Valor del Patrimonio Cultural, Rosa Gómez propone con su obra una cartografía emocional donde lo ancestral y lo contemporáneo convergen, proyectando el patrimonio cultural hacia el futuro.

Mi intención es que quien vea estas imágenes sienta que el tiempo no está muerto, que el arte sigue respirando con nosotros”, concluye Rosa Gómez.

Sobre la obra según la autora:

Se trata de una pieza audiovisual y fotográfica centrada en los animales y figuras simbólicas de la fachada de la Catedral, incluyendo al conocido astronauta. Forma parte de mi línea de trabajo “Antropología Visual – Identidad y Patrimonio”, desde la cual interpreto el legado cultural con una mirada contemporánea, poética y emocional.

La idea surgió de una pregunta sencilla pero poderosa: ¿qué ocurriría si las piedras pudieran despertar?
A partir de ahí quise imaginar cómo sería ese instante en el que las figuras—aves, ciervos o criaturas fantásticas—
 volvieran a respirar después de siglos de silencio.
Para mí, cada una de ellas representa una
 metáfora del tiempo, de la memoria y de la vida latente del arte. Mi intención ha sido dar voz a lo inerte, mostrar cómo incluso la piedra conserva un alma, cómo el arte gótico y el presente dialogan a través de la emoción y la imagen.

La obra completa, que he titulado “Cuando la piedra respira”, combina una animación sutil creada mediante tecnologías emergentes e inteligencia artificial, de modo que las figuras parecen moverse o respirar con delicadeza.
No he querido alterar la obra original, sino interpretarla desde el respeto, permitiendo que el espectador sienta que la piedra “vive” por dentro.
Cada criatura encarna una parte simbólica del alma de la Catedral.

La obra habla de la permanencia del arte, del diálogo entre pasado y futuro y del poder de la imagen para reactivar la memoria del patrimonio. Es, en el fondo, una metáfora sobre el tiempo, la fe y la belleza: cuando el arte despierta, incluso la piedra tiene alma.

Con este trabajo busco conectar tradición e innovación, uniendo patrimonio histórico, emoción contemporánea y tecnología creativa.