Villamayor entrega sus IV Premios en una emotiva ceremonia que une historia, talento y reconocimiento
La Plaza de España de Villamayor, corazón simbólico de un pueblo forjado en piedra y tradición, acogió este fin de semana la ceremonia de entrega de los IV Premios Villamayor, organizada por la Asociación Virgen de los Remedios con la colaboración del Ayuntamiento de Villamayor. Un acto lleno de emoción, memoria y orgullo local, que tuvo como protagonistas tanto a destacadas personalidades actuales como a figuras recientemente fallecidas cuyo legado sigue muy vivo.
El evento comenzó con un homenaje a cuatro directivos de la asociación fallecidos recientemente: Juan Ignacio Sánchez Martín, Faustino Rey Pulgar, Társilo Ferreras Rodríguez y Arturo Cinos de la Mano. En su honor, los premios adoptan ahora sus nombres en las categorías de personaje ilustre, cultura y arte, investigación y ciencia y educación, respectivamente. Sus familiares recogieron una placa conmemorativa en reconocimiento a su entrega a la vida cultural y social del municipio.
Reconocimientos con sello local
En cuanto a los premiados de esta cuarta edición, el Premio al Personaje Ilustre fue concedido al torero Juan del Álamo, como símbolo del impacto que su trayectoria ha tenido en la proyección del nombre de Villamayor en el panorama taurino nacional. “Su legado inspira a futuras generaciones a seguir sus pasos”, destacaron desde la organización.
El Premio al Arte y la Cultura recayó en el joven bailarín David Heredero García, referente local que ha brillado en competiciones regionales y nacionales como el Festival Jóvenes Talentos del Ayuntamiento de Salamanca y los Premios de Artes Escénicas de la Junta de Castilla y León.
En la categoría de Investigación y Ciencia, la premiada fue Fernanda Lorenzo Gómez, presidenta de la Asociación Castellano-Leonesa de Urología. Un galardón que reconoce “la vida dedicada al avance científico y a la mejora del bienestar social”.
Uno de los momentos más simbólicos fue la entrega del Premio a la Educación a la Universidad de Salamanca, con quien Villamayor mantiene una estrecha relación histórica. Desde la piedra dorada utilizada en su emblemática fachada plateresca de 1529, hasta la colocación en 2006 de la primera piedra del Parque Científico en suelo villamayorense, la conexión entre ambas entidades ha sido constante.
Premios populares: hostelería y comercio
La participación ciudadana también tuvo su protagonismo gracias a las votaciones en redes sociales. El Premio a la Hostelería fue para el Bar La Viga Rota, mientras que los establecimientos Hotel Doña Brígida, Bar El Serrano, Bar La Fragua y Bar La Fuente recibieron menciones como finalistas.
En cuanto al Premio al Comercio o Empresa, el galardón fue para Viveros y Floristería Villamayor, con finalistas como Supermercados Día, Talleres Blanco y Peluquería Esther, reconociendo el impulso económico y social que estas empresas ofrecen al municipio.
Una ceremonia institucional y cercana
El acto contó con la asistencia del alcalde de Villamayor, Ángel Luis Peralvo Sanchón, junto a miembros de la corporación municipal, representantes de la Universidad de Salamanca, como el vicerrector de Economía, Javier González Benito, y el gerente, Pedro García García, además del director provincial de Educación, Ángel Miguel Morín Ramo, y representantes de entidades como ASPACE y del jurado, nominados, familiares y vecinos.
El cierre del acto estuvo a cargo del presidente de la asociación organizadora, Guillermo Bueno Salvador, quien agradeció la presencia de autoridades y asistentes y puso en valor el significado profundo de los premios:
“Cada uno de estos premios entregados hoy es una muestra del compromiso y de la dedicación que tenemos hacia nuestro pueblo. Al entregar estas placas elaboradas con la piedra de mayor símbolo de nuestra historia, hemos querido recordarles que su esfuerzo queda grabado, no solo en esta ceremonia, sino en el corazón de cada uno de nosotros”.
Con un vino de honor servido gracias a la colaboración de empresas locales, Villamayor celebró una jornada de reconocimiento que refuerza el tejido social, cultural y emocional de un pueblo orgulloso de sus raíces y proyectado hacia el futuro.