Tres joyas literarias ambientadas en Salamanca que merece la pena redescubrir

Salamanca, con su rica historia y su atmósfera única, ha sido fuente de inspiración para numerosos escritores. Más allá de las obras más conocidas, existen novelas que, aunque menos populares, ofrecen una visión profunda y cautivadora de la ciudad y su gente. A continuación, exploramos tres de estas obras que invitan a sumergirse en la esencia salmantina, gracias al blog Viaje apasionado.​

1. ‘La niña de plata y oro’ (1938) de Mariano Tomás

Esta novela presenta a Salamanca personificada en Aurea Pedrosa, una figura femenina que encarna la esencia de la ciudad. La trama sigue al príncipe alemán Federico de Schömberg, quien, exiliado en Salamanca, se enamora de Aurea, reflejando la fascinación que la ciudad ejerce sobre sus visitantes. Mariano Tomás, reconocido por sus novelas históricas, comenzó a escribir esta obra en Madrid en 1936, en vísperas de la Guerra Civil Española. Tras diversas vicisitudes, incluyendo su refugio en la embajada de Bolivia y su posterior traslado a Salamanca, culminó la novela en Valladolid en 1938. La obra ofrece descripciones detalladas de emblemáticos lugares salmantinos como la Plaza Mayor, la Catedral y el Palacio de Anaya, capturando la atmósfera de la ciudad en las postrimerías de la Segunda República.

2. ‘El cuarzo rojo de Salamanca’ (1993) de Luciano G. Egido

Galardonada con el Premio Miguel Delibes, esta novela narra la vida de un joven, hijo de un afrancesado, en la Salamanca de principios del siglo XIX. A través de sus páginas, Egido retrata con maestría la sociedad salmantina de la época, explorando las tensiones políticas y sociales que marcaron aquellos años convulsos. La obra destaca por su profundidad psicológica y su capacidad para transportar al lector a las calles y plazas de una Salamanca histórica.

3. ‘La sangre de los crucificados’ (2007) de Félix G. Modroño

En esta novela histórica, el autor presenta a un doctor en medicina encargado de desentrañar el misterio detrás de una talla de un Cristo crucificado relacionada con una trágica muerte. Ambientada en la Salamanca del siglo XVII, la obra combina intriga, arte y religión, ofreciendo al lector una visión detallada de la vida en la ciudad durante el Siglo de Oro. La meticulosa ambientación y la trama envolvente hacen de esta novela una lectura imprescindible para los amantes de la historia y el misterio.

Estas tres novelas, aunque no siempre en el foco de la atención literaria, ofrecen perspectivas únicas de Salamanca, permitiendo a los lectores viajar en el tiempo y descubrir la ciudad a través de las vivencias de sus personajes. Redescubrirlas es una invitación a sumergirse en la riqueza cultural y humana que Salamanca ha inspirado a lo largo de los años.