Por Da Vinci Restauro han pasado esculturas, mosaicos, pinturas murales e incluso Cristos con enigmáticas y reveladoras cápsulas del tiempo merecedoras de estudio en National Geographic, como fue el caso del Cristo del Miserere de Sotillo de la Ribera (Burgos) que hoy nos ocupa, y en el que se ha encontrado en su interior un documento en el que se habla de Salamanca.
En una entrevista a Religión en Libertad las restauradoras han explicado que la aparición del documento en el interior del Cristo «fue casual. No hay tantas cápsulas del tiempo y ésta era muy especial, dos pergaminos redactados por completo, con un estado de conservación impecable. Al ser de bovino y escrito con tinta a base de hierro, se mantuvo inalterable. El capellán que lo escribió era consciente de que alguien lo iba a leer y encontrar. Era como si se dirigiese al futuro. Contaba una crónica sobre cómo vivían en aquella época, hablaba del rey Carlos III, de la Inquisición o de que había lobos… También fue muy curioso que mentía sobre el obispo que había en esa época. Creemos que, de alguna manera, se comunicó con nuestro mundo, aportando detalles de su sociedad, sus pasatiempos, sus cosechas, instrumentos musicales, etc.»
Textualmente una parte del pergamino dice: «La Corte está en Madrid. Hay Correo y Gaceta para las noticias. Hay Inquisición, por lo cual no se experimentan errores contra la Iglesia de Dios. Se contratan en funciones grandes toreros famosos de Salamanca». Por lo que sabemos que ya a mediados del siglo XVIII los toreros salidos de nuestra provincia eran conocidos en toda España. Unos artistas de los que hoy cogen el testigo grandes matadores como El Viti, Julio Robles, El Niño de la Capea, Juan del Álamo, Domingo López-Chaves, el Salamanquino, o los actuales Alejandro Marcos o Manuel Diosleguarde, que pronto darán paso al novillero emergente Marco Pérez, que comparte trayectoria ya con jóvenes como Ismael Martín o Jesús de la Calzada. Más de 300 años en el centro del toreo mundial desde Salamanca.