La fotografía de hoy es de la cuenta de Instagram @salamancasblogger. Imagen de uno de los edificios de la calle Concejo en Salamanca.

En muchas ocasiones, por las calles de nuestra capital, si miramos hacia arriba nos encontramos con preciosos edificios que pasan desapercibidos. Aquí el 21 de enero de 1938 se sufrió un bombardeo en plena Guerra Civil. Más de una veintena de aviones del bando republicano sobrevolaban la ciudad con un objetivo claro: atacar a la población civil “en la sede del Mando rebelde y faccioso”.

Fue un ataque masivo y a gran altura, a unos 5.000 metros, durante unos quince minutos en el que se arrojaron entre 15 y 20 bombas, aunque cuatro no llegaron a explotar. Los explosivos destruyeron viviendas, comercios y provocaron la muerte de ocho personas por la metralla y el enterramiento bajo los escombros, una cifra que días después aumentó a doce tras el fallecimiento de algunos heridos graves. Además treinta personas resultaron heridas en aquel ataque que también se extendió a la calle Zamora, a las vías del ferrocarril, al colegio de los Salesianos confundido con el Cuartel Arroquia, a Vázquez Coronado, al camino del Cementerio y muy cerca de la estación de tren en la vía hacia Cabrerizos.