García-Gallardo defiende que en Salamanca se forjaron «los mejores principios de nuestro mundo»

“En Salamanca se forjaron los principios fundamentales de lo mejor de nuestro mundo”. El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha reivindicado de este modo el papel de la Escuela de Salamanca para conformar, durante el siglo XVI, la visión que actualmente tenemos de la libertad, la economía, la dignidad de la persona o los derechos humanos. Ha realizado estas declaraciones en la inauguración de un Seminario Internacional sobre terrorismo celebrado en el Colegio Arzobispo Fonseca de la Universidad de Salamanca.

“Aquí, entre los muros de esta universidad, se dio forma a los principios fundamentales de nuestro mundo. Los que siguen vigentes, los que conservan su valor, los que no necesitan ser reciclados”. García-Gallardo ha resaltado, además, el carácter pionero de una visión del mundo que se anticipó a los pensadores de otros lugares.

En este sentido, ha recordado que la Escuela de Salamanca elaboró una defensa de la propiedad privada “que está considerada por muchos como pionera de la teoría económica”. Una visión de la economía que considera que “la propiedad debe estar al servicio del bien común, pero no siempre al servicio de la interpretación del bien común que dicte el Estado”.

Los pensadores de Salamanca fueron también pioneros en la definición de la libertad política, al defender que el poder de los monarcas procede de Dios, pero se confiere a través de la nación. Hay que insistir en que es un poder, además, que debe estar orientado al bien común, ha explicado. “No faltan los expertos que subrayan la estrecha conexión entre los principios que impulsaron la Revolución Americana que dio origen a los Estados Unidos y las ideas políticas de la Escuela de Salamanca”, ha asegurado el vicepresidente de la Junta.

“Vitoria creía, además, que existía un derecho de resistencia al soberano, al gobernante, si obraba en contra del interés general. Defendía la igualdad de los hombres y su derecho a ser gobernados en paz y concordia. Todo esto suena hoy muy actual», aseguró Juan García-Gallardo.

No menos relevante es la teoría política del derecho de gentes defendida por Francisco de Vitoria, precedente de la actual doctrina de los derechos humanos, al defender una dignidad común de todos los hombres. “Estas convicciones llevaron a la España del siglo XVI -que entonces era la principal potencia del mundo- a hacer algo insólito, que nadie había hecho antes, ni nadie volvió a hacer nunca después: detener el proceso de conquista de América para dilucidar si la Monarquía Hispánica estaba actuando correctamente en aquellos lejanos territorios”.

Los ideales de la Escuela de Salamanca sobre la libertad personal, la dignidad humana, la propiedad privada, el bien común, el anhelo a ser gobernados en paz, y la existencia de unos derechos comunes a todo ser humano “siguen hoy plenamente vigentes”, ha explicado Juan García-Gallardo. “Forman la base de lo mejor de nuestra tradición y de nuestra forma de entender la sociedad. Y nos aportan buena parte de los motivos y las razones por las que rechazamos el terrorismo en todas sus expresiones”. Ha apuntado que también proporcionan los argumentos que permiten oponerse “a toda forma de totalitarismo, a los ataques arbitrarios a la libertad y a las intromisiones excesivas del Estado en la vida privada de las personas”.

El Seminario Internacional ‘Fin del Terrorismo y distorsión del relato. El complejo equilibrio con la dignidad, la justicia y la memoria de las víctimas’ está organizado por el Centro de Investigación para la Gobernanza Global (CIGG) de la Universidad de Salamanca, con la colaboración del Comisionado para las Víctimas del Terrorismo, una de las áreas que recaen en la Vicepresidencia del Gobierno autonómico. El seminario se enmarca en un acuerdo de colaboración con las cuatro universidades públicas de la Comunidad.

En esta ocasión, la cita aborda expresamente el problema de la transformación de las organizaciones terroristas y su integración en las estructuras institucionales a través de los partidos políticos. “Un asunto de plena actualidad en nuestro país”, ha comentado García-Gallardo.

En relación con el tema del seminario, el vicepresidente de la Junta ha resaltado que estamos inmersos en una “guerra de relatos” en torno al terrorismo “que han quebrado lo que, hasta no hace tanto, era un frente común político y social de rechazo”. “Y vemos cómo el interés y la conveniencia política llevan a plantear a la sociedad un debate insólito, e inesperado, sobre si el terrorismo callejero debe quedar impune. Un debate que se abre en contra de lo que dicen nuestras leyes, y en contra también del más elemental sentido de la Justicia”.

La consecuencia es que, “en apenas unos meses, hemos retrocedido lustros en materia de rechazo social a la lacra terrorista”.

El vicepresidente ha lamentado que todavía hoy “demasiadas familias” siguen esperando justicia, pues casi la mitad de los crímenes cometidos por ETA entre 1968 y 2010 están pendientes de juicio: 378 asesinatos, sobre 857. Casi una quinta parte de esos 378 crímenes sin juzgar corresponden a personas nacidas en Castilla y León.

En este contexto, ha celebrado que el ex jefe de comandos de ETA, Javier García Gaztelu, conocido como Txapote, podrá ser juzgado por su responsabilidad en el asesinato del juez del Tribunal Supremo Francisco Querol. “Es un paso adelante que no puede hacernos olvidar la existencia de tantas víctimas que todavía esperan justicia”.

“Nuestro compromiso está con ellas. Con la defensa de su dignidad, con el rechazo a quienes rompieron su vida, y con la demanda de una reparación”, ha recalcado el vicepresidente de la Junta. “Nosotros seguimos trabajando para que tengan memoria, dignidad y justicia”.

Tras la intervención del vicepresidente, la conferencia inaugural corre a cargo del ex presidente de Colombia, Álvaro Uribe. A continuación, intervienen Luis Heredero, en nombre de las víctimas de ETA, y los cineastas Jon Viar e Iñaki Arteta. De este último se proyecta esta tarde su película ‘Sin libertad. 20 años después’.