Los mejores de la historia y Salamanca

Federico García Lorca, Cristóbal Colón, Isabel la Católica, Miguel de Cervantes o Santiago Ramón y Cajal: ¿quién es el mejor español? Son los supervivientes de una lista inicial de 50 del programa de Televisión Española.

Precisamente los cinco tienen relación con nuestra ciudad. El primer finalista visitó la ciudad en su época de estudiante. Era el 21 de octubre de 1916 cuando un joven y desconocido Federico García Lorca llegaba a Salamanca en compañía de sus compañeros de estudios. Los cinco habían obtenido la calificación de Matrícula de Honor en la asignatura de Teoría de la Literatura y de las Bellas Artes de la carrera de Filosofía y Letras de la Universidad de Granada, cuyo catedrático, el salmantino Martín Domínguez Berrueta, les acompañaba en un viaje cultural a través de Galicia y Castilla y León. Su fin era conocer en la realidad aquellos monumentos que aparecían en sus libros de texto, el barroco, el gótico y, sobre todo el románico inexistente en Andalucía. Se trataba de un nuevo método didáctico, llamado “Excursión de Investigaciones Artísticas”, basado en los postulados de la Institución Libre de Enseñanza, a cuyos métodos Berrueta estaba vinculado.

La reina Isabel la Católica visitó varias veces Salamanca, primero porque aquí estaba su confesor, el dominico fray Diego de Deza. Aquí también envió a su hijo el príncipe Juan que habría sido el futuro Rey de no haber fallecido en nuestra ciudad prematuramente. Su relación con la Universidad de Salamanca fue fundamental para ser la precursora del derecho internacional y de los derechos humanos.

De Cristóbal Colón sabemos que acudió a Salamanca para exponer su proyecto de una nueva ruta hacia las Indias ante los profesores de la Universidad de Salamanca y especialmente para convencer al propio Fray Diego de Deza para que intercediera por él ante la Reina. De esta forma Colón se alojó durante tiempo en las dependencias de los frailes dominicos.

Según varias fuentes Miguel de Cervantes estudió en la Universidad de Salamanca. Cervantes se matriculó en Filosofía y residió en la calle de los Moros. Además conocía bien la ciudad, algo que dejó patente en sus diferentes novelas. Es innegable que Cervantes conocía bien las costumbres de los estudiantes salmantinos. Conocía la leyenda de la cueva, situada bajo la iglesia de san Ciprián, que circulaba de boca en boca por la ciudad. La historia del licenciado Vidriera se inicia a orillas del Tormes, y aunque el protagonista se va de la ciudad vuelve repetidamente a Salamanca porque “enhechiza la voluntad de volver a ella a todos los que de la apacibilidad de su vivienda han gustado”. De La tía fingida Cervantes afirma que es una historia verdadera sucedida en Salamanca en 1575. Además demuestra conocer muy bien los alrededores más cercanos de la provincia de Salamanca y enumera: Valdeastillas (en La Ilustre fregona y El coloquio de los perros), Mollorido (En Los Tratos de Argel), Pedroso (en Rinconete y Cortadillo) La peña de Francia (en La Gitanilla y en El quijote). Son sólo algunos ejemplos.

Y por último sobre Santiago Ramón y Cajal tenemos la casualidad de que actualmente se le está organizando un homenaje en la ciudad que se realizará el próximo día 10 de abril. Dicen los organizadores que «Salamanca y Cajal representan una simbiosis perfecta entre el hombre de ciencia y el saber, y la ciudad cuna del conocimiento y la cultura, así como la fusión de la visión humana orientada al descubrimiento de todas las potencialidades inmer­sas en su propio ser y el espacio para hacerlo posible. Don Santiago nos transmite valores intemporales y eternos como son el entusiasmo, la voluntad, la perseverancia y la independencia de juicio.»

De esta manera Salamanca demuestra su influencia en la historia de España y por tanto de la humanidad. En la web del programa está abierta la definitiva y última votación, que se cerrará el próximo viernes, para elegir al mejor entre los cinco finalistas.