Últimos días para poder visitar la exposición ‘Tomás Bretón, mucho más que la verbena de la Paloma’ en la Torre de los Anaya

El próximo domingo finaliza la exposición ‘Tomás Bretón, mucho más que la verbena de la Paloma’, realizada gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Salamanca y la Biblioteca Nacional de España, con motivo del centenario del fallecimiento del músico salmantino.

La exposición, que ha sido comisariada por Victor Sánchez Sánchez, muestra un centenar de obras de la propia colección de la BNE y de otras instituciones españolas, entre ellas del Ayuntamiento de Salamanca, que retratan las múltiples facetas del músico salmantino y dan cuenta de su influencia no sólo en otros géneros musicales, sino también en la literatura, la historia o el teatro de su época.

De las 116 obras originales que participan en la exposición, 75 pertenecen a la BNE y el resto han sido cedidas por el Ayuntamiento de Salamanca, Archivo personal Victor Sánchez Sánchez, Asociación de Escritores y Artistas y el Real Conservatorio Superior de Música.

Se podrá visitar en la Torre de los Anaya hasta el 28 de enero y la entrada es gratuita.

Tomás Bretón

Tomás Bretón nació en Salamanca en 1850, recibiendo sus primeras lecciones de música en la Escuela de Nobles y Bellas Artes de San Eloy. A los doce años ya era violinista en algunas orquestas salmantinas y, a los catorce, concertino de la orquesta de un teatro.

En 1865 se trasladó con su familia a Madrid, donde ampliaría su formación mientras trabajaba en cafés, orquestas y teatros. Discípulo de Arrieta, en 1872 finalizó sus estudios, logrando el premio de Composición, que compartió con su compañero de promoción Ruperto Chapí.

Con solo veinticinco años estrenó en el Teatro Apolo su primera ópera, «Guzmán el Bueno». Dirigió la orquesta del Teatro Real y otra más que fundó él mismo, actuando por toda España y Portugal. Durante la primera mitad de los ochenta fue pensionado por la Academia de Bellas Artes y por el rey Alfonso XIII en Italia, Francia y Austria. En 1884 regresó a España, donde reanudaría su carrera como director de orquesta, siendo contratado por la Sociedad de Conciertos. En 1896 ingresó en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Durante los últimos años de su vida dirigió el Conservatorio de Madrid.

Es autor de casi cuarenta zarzuelas, varias óperas y diversas piezas de música de cámara y música vocal. Murió en Madrid el 2 de diciembre de 1923.

El compositor salmantino ha recibido varios reconocimientos por parte de la ciudad que lo vio nacer y cuenta con un medallón en la Plaza Mayor que fue realizado por el escultor Fernando Mayoral que se inauguró en 2001.

Además, una de las sedes de la Escuela Municipal de Música y Danza lleva su nombre, al igual que una céntrica plaza de la ciudad en la que está ubicado un busto realizado por Francisco González Macías, y también lleva su nombre un parque en el barrio de Puente Ladrillo.