Alba Sánchez Torremocha, de Salamanca a Nueva York para componer música de series en Netflix

Luis Falcón entrevista en El Español a la salmantina Alba Sánchez Torremocha que cuenta, a pesar de su juventud, con el distintivo sonido de galardonada compositora, directora y multiinstrumentista, que fusiona texturas instrumentales contemporáneas y melodías sin esfuerzo, para crear atmósferas musicales vibrantes y cautivadoras. A pesar de su corta edad, sus piezas han sido estrenadas alrededor del mundo, y sus bandas sonoras para películas, televisión y videojuegos continúan recibiendo menciones y galardones en festivales internacionales.

Haciendo una sipnosis de su vida profesional, antes de sentarnos a charlar distendidamente en una terraza de su «amada Plaza Mayor de Salamanca», Alba comienza sus estudios musicales a los cinco años. Sus inquietudes se ven rápidamente atraídas por la composición y la dirección de orquesta, esta última auspiciada por el maestro Ignacio García Vidal, con quien recibe clases de dirección. Finalmente, se decanta por los estudios de Composición, especialidad que cursa en Musikene, donde recibe clases de reconocidos compositores como Gabriel Erkoreka, Ramón Lazkano y Jesús Rueda. Se gradúa con las calificaciones más altas de su promoción. Su interés por la música de cine le lleva a realizar un máster en la prestigiosa New York University, donde también se gradúa con honores.

Recientemente, la NYU Symphony estrena su obra ‘Serendipia’ en el Symphony Space de Nueva York, y el NYU Percussion Ensemble estrena ‘Vox’ en el Teatro Loewe (Nueva York). Ha trabajado en encargos para Dúo Collailm (Irlanda) y Bifrost Ensemble (Noruega). Vive en Nueva York de manera continuada desde hace ocho años y, esta semana, la pasa en Salamanca, donde ha asistido al estreno de su novedosa “sinfonía espacio-tiempo” que nos sumerge en la música contemporánea, interpretada por la Joven Orquesta Sinfónica Ciudad de Salamanca, de la que formó parte, y escribió esta composición para devolverle su «gratitud», bajo la batuta del jovencísimo director Sergio Manuel García González.

Pregunta: ¿Cómo fue la experiencia de su primera composición para el primer concierto de temporada de la Joven Orquesta Sinfónica Ciudad de Salamanca, el pasado domingo?

Respuesta: Fue un placer volver a la ciudad de Salamanca, y regresar a la sala de la orquesta, en la que he pasado muchísimos años y formándome otros tantos.

P: ¿Esperaba el resultado exitoso y la gran aceptación que ha tenido bajo la dirección de su amigo Sergio M. García?

R: La verdad es que salió muy bien. A la gente le ha gustado mucho, yo creo. De hecho, tocaron una parte de ella y la gente se puso en pie a aplaudir. Un concierto en el que Sergio ha hecho un trabajo impecable con la obra.

P: Alba, ¿por qué marchó a vivir a Nueva York?

R: Decidí que quería dedicarme a la música de cine, y Nueva York era el sitio y la escuela donde se podía realizar de la mejor manera, y donde tienes más contactos para la música de cine.

P: ¿Qué diferencia existe entre la música de cine y el resto de músicas?

R: Es una buena pregunta. La música de cine lo que tiene es que va ligada a una imagen y a una narrativa que está ya hecha. Entonces, tú tienes que ponerle música a una historia que ya existe, y adaptarte a esos tiempos, a esa sincronía de la imagen. Mientras que la música, la que llamamos de concierto, la música clásica, es completamente libre y no está ligada a ningún elemento visual. De esta manera, tú puedes hacer tu estructura como quieras y montarte tu historia en tu cabeza para contarla con la música.

P: ¿Ha tenido alguna experiencia de alguna banda sonora suya, interpretación o tema, en alguna película?

R: Sí, de hecho, allí es a lo que más me dedico, a componer bandas sonoras para cortos, documentales o películas. Como digo, también he tenido experiencia componiendo músicas de banda sonora para series de televisión. De Salamanca a Nueva York para componer bandas sonoras para series de Netflix. Y, ahí estoy.

P: ¿Compone también música para publicidad de televisión?

R: Alguna he compuesto. Pero no me dedico especialmente a eso

P: ¿Cómo ve su regreso? ¿En los jóvenes que hay en Salamanca, ha encontrado algún cambio, o en qué situación ha visto lo que es la buena música, digamos clásica, en Salamanca?

R: Todos los integrantes de la Joven Orquesta Sinfónica Ciudad de Salamanca han cambiado. Obviamente, hace que no toco aquí 12 años. Entonces, ha cambiado mucho la imagen de los músicos de la orquesta, pero la orquesta, en sí mismo, y la labor que hace, sigue siendo la misma. Y la verdad es que ha sido un placer volver y tener esa experiencia en Salamanca.

P: ¿Cómo ve, llamémosle entre comillas, la fuga de talentos, como puede ser su caso, fuera de Castilla y León y fuera de España?

R: Pues es una pena, la verdad. A mí cada vez que vengo me da mucha tristeza, porque no solo en Salamanca, sino que yo también estudié música en San Sebastián, y hay gente allí de todas partes de España que se han ido, que están en Noruega, en Austria, que están fuera. La verdad es que es una desgracia, porque el país invierte muchos recursos y mucho tiempo en formar a una persona, y cuando esa persona tiene capacidad de devolver un poco a la ciudad y al país lo que le han dado, no hay manera de hacerlo. Por ejemplo, una persona como yo, si me hubiera quedado en Salamanca, no habría podido hacer nada de música de cine, o no habría tenido posibilidad de medrar en una carrera como es la musical. Y es una pena, la verdad.

P: ¿Y el próximo paso de Alba Sánchez Torremocha, cuál es?

R: Intentaré que esta pieza estrenada aquí sea la primera de muchas, ahora que ya tengo una carrera establecida en Nueva York, y ya tengo allí mis contactos y mi vida hecha. Estoy desenado volver un poco más a España y a mi ciudad y, como digo, devolver un poco las experiencias y los recursos que este país me ha dado. Entonces, intentaré hacer más contactos, traer más piezas, nuevas ideas y ver qué pasa.

P: Pero no abandona Nueva York.

R: Abandonar, no. Vivir un poco a dos mundos, puede ser.

P: ¿Cómo ve la música clásica en estos momentos, con las tendencias modernas que existen? ¿Puede ser un reducto de buena música la clásica?

R: Lo que me gusta mucho de la música de cine, o de la manera en la que se ve la cultura en Estados Unidos, es que no se ha perdido la conexión con el público. Allí existen muchas cosas que son buenas. Por ejemplo, se ve la música o la cultura como otro producto más, pero a la vez, eso ha hecho que los artistas y los creadores tengan todavía esa conexión de qué es lo que le va a gustar a la gente, qué es lo que puede tener éxito. Y a mí me parece que es un elemento importante, que igual en Europa se ha perdido un poco por la cultura de la subvención a los artistas. Que está muy bien ayudar, pero también crea una desconexión en la que los artistas están en su burbuja, crean sus piezas sin tener mucha conciencia de qué es lo que puede o no gustarle a la gente. Por eso, me gustaría intentar crear un equilibrio entre esos dos mundos y llevar un poco el arte a la gente.

P: Se habla mucho en España de la subvención a la cultura, que usted ha mencionado. ¿Eso existe también en Estados Unidos?

R: Existe, pero de una manera diferente. Yo creo que es una mentalidad cultural. Aunque te den dinero para hacer una pieza, que hay muchas fundaciones que hacen esto, se espera que tú compongas en un estilo que sea accesible y que la gente lo entienda. Entonces la hay, pero en mucha menor medida y con otro tipo de mentalidad.

P: Vamos a comparar Salamanca, a nivel cultural, con una ciudad, por ejemplo, no voy a decir Nueva York, sí con una ciudad tipo en Estados Unidos. ¿Existe mucha diferencia?

R: Es una pregunta difícil, porque creo que Salamanca tiene mucha oferta, y la gente sale porque esa programación le interesa. A mi entender, lo que le falta a Salamanca es la diversidad del tipo de cultura que se consume en Estados Unidos. Como hay muchas personas de diferentes sitios, la oferta cultural es muy variada, y la gente está expuesta a diferentes estilos.

P: Explíquenos a qué se refiere con «diversidad».

R: Sí, en el ámbito musical, por ejemplo, música de diferentes países, mismamente, porque en Estados Unidos, especialmente en Nueva York, como sabemos, es una cuna multicultural. Entonces, estar expuesto a diferentes maneras de concebir el ritmo, de concebir la melodía. Por ejemplo, música que viene desde África o desde India, que tiene una concepción completamente diferente de los tiempos, de los ritmos. Eso me parece que influye mucho a los artistas de allí y también a la población, porque están expuestos a este tipo de diversidad.

P: Y de una manera indiscreta. ¿Ha seguido los Grammy?

R: La verdad es que no mucho. Tengo varios amigos que han tenido nominaciones, por ejemplo, la Nueva York Filarmónica, o una amiga mía, Sara McDonald, que han tenido nominaciones. De hecho, he tocado con una banda de rock progresivo sinfónico y he estado de gira con ellos este verano en Canadá y el norte de Estados Unidos. Y ahí han estado nominados. Tengo que mirar a ver quién ha ganado y qué ha pasado ahí.

P: ¿Es el exponente de que la cultura y la músicas latinas están en un momento excelente?

R: Sí, exacto. Es que están arrasando con todo.