Cuenta el propio autor en Glorieta Digital: «Es una obra basada en hechos reales en la que he debido hurgar en archivos y recoger el testimonio de las gentes que fueron testigos, o estaban vinculados de alguna manera a alguno de los protagonistas. Protagonistas de un suceso que conmocionó a la sociedad de la época.

La sinopsis se centra en los últimos días de la primavera de 1947 cuando Pepe Somoza, recluido junto a su esposa Lolita Aparicio en su finca de Campo de Yeltes (hoy conocida por Pinilla), por tierras de Aldehuela de Yeltes, enloquece al paso de los días tras su fracaso en los ruedos, envenena a su esposa –en avanzado estado de gestación- y después, el ser detenido, se suicida dándose un tiro en un descuido del Guardia Civil que lo vigilaba.

Pero antes, Pepe Somoza, ha protagonizado una intensa vida. Es un joven alto y apuesto que brilla en los estudios de Medicina, bien relacionado y a quien no falta nada en tiempos de escaseces y cartillas de racionamiento, porque tanto su abuela -viuda de un reputado juez-, como su padre –reconocido periodista y fotógrafo radicado en Zamora- le dan todos los caprichos. Y en el de ser torero recibe las bendiciones de las más postineras casas ganaderas de Salamanca, además de la zamorana del Marqués de Villagodio, en la que coincide frecuentemente con Luis Miguel Dominguín y queda sorprendido de su gallardía, valor, apostura… tanto en el ruedo como en la vida.

Durante sus años de estudiante de Medicina en Valladolid (cuya matrícula traslada posteriormente a Salamanca, tierra de sus familiares) conoce a una esbelta Lolita Aparicio, hija de un coronel y con ella se casa a los pocos meses. Es una boda de postín, en la que no falta la Salamanca ganadera, grandes autoridades militares (entre ellos el capitán general de la VII Región Militar) y numerosos amigos llegados de diferentes provincias. Era la boda de los sueños de la pareja más guapa de la época que llega  a las secciones de ecos de sociedad de los grandes periódicos, algo que no era extraño al ser Pepe Somoza una persona tan mediática.

Entonces Pepe Somoza, que había abandonado los ruedos y únicamente le quedaba un asignatura para finalizar Medicina decide reaparecer y torea un mano a mano en Zamora con El Príncipe Gitano, impresionando ambos por su elegancia, andares… pero fracasan tan estrepitosamente que son detenidos y multados con dureza por la autoridad. A partir de ahí llega la locura y con él arrastra a la muerte a la bella Lolita Aparicio.»