“Salamanca te aclama ¡oh Virgen de la Vega! sus vidas te ofrece, sus almas te entrega…”. Un año más, como cada 8 de septiembre, en la Catedral Nueva de Salamanca se volvió a cantar el himno a la patrona de la ciudad antes de concluir la eucaristía, presidida por el obispo, José Luis Retana. En esta ocasión, cabe destacar la amplia presencia de fieles, que ocuparon tanto los bancos como las sillas ubicadas para seguir la celebración en las naves laterales del templo.
En su homilía, Retana ha recordado el motivo por el que se celebra esta festividad: el nacimiento de la Virgen María, y cómo su vida tiene “un significado salvador para toda la humanidad”. El obispo ha hecho hincapié en que Dios, “siempre deseó lo humilde y lo sencillo, para su Hijo” y, por ello, eligió a María -“pobre y humilde”-, para darnos a su Hijo, “para llenar el mundo de esperanza”.