El relato de la exposición “Apóstol”, del artista salmantino, Ángel Luis Iglesias, comienza con una cita del Evangelio de San Mateo, 9, 36: “Al ver Jesús a la muchedumbre, se compadecía de ella, porque estaba despojada y abatida, como ovejas que no tienen pastor”. La intención del autor de las 62 obras que se exponen, en su mayoría retratos, en blanco y negro, es aunar su arte contemporáneo con los estilos del paso de la Catedral de Salamanca.
Con la técnica de óleo sobre lienzo, Ángel Luis ha creado nuevos rostros (de personas actuales y cercanas a él) para representar a Jesús, los doce apóstoles y sus sucesores. Como él mismo reconocía tras la inauguración de la muestra, que ha tenido lugar este sábado, 2 de septiembre, en la Catedral Nueva, “la exposición está basada sobre todo en mis vivencias”. Y el título de “Apóstol”, se refiere, “al venido, que es la figura de Cristo, y al entorno de todas las personas que estuvieron en su propio entorno”.
Ángel Luis Iglesias fue estudiando las personalidades de esos personajes históricos, y los fue cuadrando con su entorno, “buscando características comunes que tenían entre ambos, incluso, algunos físicamente”. E insiste en que se trata de un diálogo entre la obra y la Catedral, “es parte viva de la exposición, contando que los doce pilares que hay representativos de la Catedral, representan a los doce apóstoles, que se muestran sobre soportes metálicos elevados, para darle cierta elegancia”.
Este artista salmantino considera que son retratos terrenales,”gente de la tierra”, donde se establece ese diálogo, “entre la catedral y el cuadro, colocándolos en sus pilares de la Catedral”. Y en la cúpula, que se soporta con cuatro pilares, se representan a los evangelistas, “y luego lo que vamos haciendo es que con el mismo recorrido turístico de la Catedral, vemos ese Cristo amable, cercano a la gente, y vamos viendo la serie de los apóstoles, llegando a la cúpula, con los evangelistas, y pasando por una zona en la que están una serie de discípulos”.
Después, como él mismo relata, llega una zona de la pasión, “donde se marca el dramatismo, con un claroscuro mucho más evidente”. Este artista también detalla por qué utiliza en esta ocasión el blanco y negro, porque habitualmente trabaja en colores terrosos y dorados, como la piedra de Villamayor, “que aquí quizás pasarían algo desapercibidos, y no daría esa connotación de diálogo entre el personaje y la Catedral”. A Ángel Luis le llevó tiempo buscar el lienzo adecuado, cuya obra, tan hiperrealista, parece a cierta distancia, una fotografía, pero en realidad, si uno se acerca, se aprecian con claridad sus sutiles pinceladas de óleo sobre lienzo.
Además, admite que el proceso ha sido largo, “con la intención de que transmita cierta luminosidad, sabiendo que aquí puedes jugar con las luces propias de la Catedral, que interfiere en los retratos, y que no es lo mismo verla por la mañana que por la tarde”. Y añade que ahora, el final del verano y hasta que finalice la exposición, el 15 de enero, “vamos a ver una exposición cambiante en cuanto a las luces, y eso ha sido la forma compleja de presentar la obra, con todo ese proceso temporal que va a tener la exposición”.
Y unida a esta exposición, se unirán más retratos del autor el próximo 15 de septiembre en el Palacio Episcopal, “donde podremos contemplar a las mujeres que siguieron y anunciaron a Jesús”. La muestra de la Catedral puede visitarse en el horario de apertura de la Catedral (de acceso gratuito para los salmantinos), de lunes a sábado, de 10:00 a 20:00 horas, y los domingos, de 10:00 a 18.00 horas.