Mientras las administraciones han mirado para otro lado ante las demandas de mejora del barrio, los integrantes de ASDECOBA no han cesado su actividad acogiendo a personas procedentes de la calle o de la prisión e impulsando proyectos que les devuelvan su autoestima, a la vez que prestan un servicio a los demás.
«Lo primero que se hace es ofrecerle el techo»
Emiliano Tapias es párroco de Buenos Aires desde hace 27 años y uno de los responsables de la plataforma. Carga a sus hombros muchas vivencias. Demasiadas. Sabía que para que el barrio saliera adelante cada uno debía aportar lo mejor de si mismo sin esperar respuestas institucionales.
“No queremos que todo dependa de los ayuntamientos, de las comunidades autónomas o del Gobierno Central. La vida depende de lo que vamos construyendo entre todos y todas, hablamos de una mesa común donde todos ponemos lo que sea”, ha señalado.
La parroquia de Buenos Aires es el corazón de ASDECOBA, al ser el espacio que acoge de manera temporal a quienes lo han perdido todo por diferentes circunstancias: “No tienen límite temporal y no hacemos discriminación. Lo primero que se hace es ofrecerle el techo, la comida, la sanidad, la educación y se le hace una entrevista en profundidad para ir diseñando su propio proyecto de los que tenemos”, ha precisado una de las educadoras de la plataforma, Teresa Mateos.