El 12 de mayo de 1513, se colocaba la primera piedra de la Catedral Nueva de Salamanca. Así lo recuerda una inscripción enmarcada por alfiz y coronada con el escudo catedralicio compuesto por un jarrón de Azucenas, en alusión directa y dedicación a Nuestra Señora, titular del templo nuevo de la Catedral en su advocación de La Asunción.

Este escudo se encuentra en la torre-husillo de la fachada principal, dando el protagonismo debido al comienzo de la fábrica.

Las obras continuaron en una primera fase hasta 1560 llegando al actual crucero y fueron avanzando hasta que se inaugura en agosto de 1733. Juan y Rodrigo Gil de Hontañón, Juan de Álava, Juan Setién Güemes, Pantaleón Pontón, los hermanos Churriguera y Juan de Sagarbinaga participaron en la construcción, entre otros. Pese a la presencia de distintos arquitectos y obviando el paso de los más de dos siglos que duró la fábrica, la catedral consigue sin embargo un aspecto unitario en su estilo por petición expresa del Cabildo.

En 2013 tuvo lugar la celebración del V centenario de la Catedral con un Congreso Internacional y red de Conciertos.