“Museo sin hogar; esperanza sin cobertura” va más allá de una exposición sin más, con 21 piezas repartidas en seis zonas. Lo más importante de este espacio, que se puede visitar en la Catedral Vieja hasta el 14 de mayo, es su objetivo: ponerse en la piel de una persona sin hogar. De hecho, 50 personas que han vivido en la calle han ideado y elaborado durante los últimos seis meses esta muestra, que tras recorrer Burgos y Valladolid, llega a Salamanca.
Pedro Luis es uno de ellos, que en la actualidad vive en la casa de acogida Padre Damián, de Cáritas diocesana de Salamanca. Es uno de los guías de esta exposición. Pieza a pieza transmite lo que se intenta visualizar en ella, desde sus ojos y sus heridas tras vivir en la calle. Nadie mejor para narrarlo que alguien que lo ha vivido en primera persona.
La muestra comienza mostrando una cama en forma de cartón sobre el suelo, donde cada noche duermen cientos de personas que tienen la calle como hogar. Después, un banco de un parque, como otro espacio donde suelen descansar. Como apuntaba Pedro Luis desde sus vivencias y la de sus compañeros de Padre Damián: “Siempre estamos con la mente en blanco, siempre estamos solos, siempre vivimos en soledad, pero siempre tenemos una ilusión, siempre queremos ir avanzando y buscar algo”.