La Universidad de Salamanca ofrece un viaje a través de los libros que marcaron la historia de la arquitectura en la exposición ‘Ciencia y Práctica’

La Universidad de Salamanca, a través del Servicio de Actividades Culturales, presenta la exposición “Ciencia y Práctica. Libros sobre arquitectura” en la que muestra una selección de fondos de la Biblioteca General Histórica de la Universidad de Salamanca, datados entre los siglos XVI y XVIII, algunos de los cuales migraron desde bibliotecas conventuales, de extintos colegios y de las de ciertos particulares.

La colección, que podrá visitarse en la sala de exposiciones del Patio de Escuelas Menores, comienza con unas obras que servían al viajero/peregrino para guiarle por las maravillas de Roma, caput mundi, actualización de las viejas mirabilia y precursoras de las posteriores guías de viajero, según explicaron en la rueda de prensa de presentación Celia Aramburu Sánchez, vicerrectora de Estudiantes; Ana Castro Santamaría, profesora de la Universidad de Salamanca y miembro de la junta directiva del Comité Español de Historia del Arte (CEHA); y los comisarios Eduardo Azofra y Manuel Pérez Hernández.

El descubrimiento en 1414 en el monasterio de Saint Gall de una copia manuscrita de los Diez libros de arquitectura de Vitruvio generó en el ambiente artístico italiano, principalmente toscano, un deseo por recuperar el arte de los antiguos, una labor a la que contribuyeron muy especialmente los tratadistas, que de un modo u otro encontraron su referente en el códice vitruviano.

Literatura artística

Desde que el arquitecto y tratadista italiano fijara una relación entre las proporciones del cuerpo humano y la que debían tener los templos (libro III, cap. I), el estudio de aquel con finalidad científica, y la antropometría para su conocimiento por parte de artistas de distintas disciplinas, se convirtió en una constante en la literatura artística.

Los tratados técnicos, entre los que destacan los dedicados al arte de la montea, fundamentales para el correcto trazado y labra de diferentes elementos del edificio, constituyen el núcleo de la cuarta sección.

La fortificación y defensa de las ciudades fue una más de las competencias de los arquitectos hasta que en los albores de la Edad Moderna surge la figura del ingeniero militar, formado especialmente para diseñar sistemas más eficaces de defensa frente a las nuevas armas de guerra, en particular la artillería.

El final de la muestra abunda en esa idea del viaje con la que empezaba esta presentación, en su caso el de un libro que narra un viaje, el Sueño de Polífilo, cuyos grabados inspiraron los relieves de la Galería de los Enigmas del edificio histórico de las Escuelas Mayores, y con la impronta, ya sea literaria o gráfica, que el viejo estudio salmantino dejó en visitantes y viajeros que hasta él se acercaron.