Uno de los misterios que entraña este vetusto edificio, que llama la atención por el granito de su fachada, así como por los escudos franquistas, son las cajas que se conservan en el búnker. Allí, junto a las puertas de seguridad, a prueba de bombas, se encuentran las 336 cajas, en las que tan solo se muestra el número y dos cerraduras.
Al lado de las mismas, una caja en la pared, cerrada con cristal, donde están otras tantas llaves, las que pertenecen al Banco. «Pero faltan otras 336 llaves para la segunda cerradura, que no sabemos ni quién las tiene, ni dónde pueden estar», asegura a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León Manuel López, guía y perteneciente a la Unidad Técnica de la Universidad de Salamanca.
Es más, asegura López, «tampoco sabemos qué contienen las mismas, ni a quién pertenecen». Especulando, y dado el tiempo que ha transcurrido desde el cierre del Banco de España, allá por 2003, se cree que muchos de los propietarios de las mismas hayan fallecido, perdido las llaves o los descendientes no saben de qué son las llaves que se pudieran encontrar. Como también de algunas empresas ya desaparecidas o que sus anteriores dirigentes ya no estén… Especulaciones, para todos los gustos.
En cuanto a su interior, es un asunto que intentará desvelar una microcámara, pero, de momento, también son especulaciones: de no contener nada y estar vacías, a tener dinero, joyas, documentos, escrituras, testamentos…
El edificio está catalogado en cuanto a su fachada, e incluido en la zona monumental de la Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Así, al dejar de ser utilizado como Banco de España en Salamanca, el Gobierno, propietario del inmueble, buscó diferentes alternativas para su uso. Una, la primera, como Museo de Arquitectura, prometido en la época de Jesús Caldera como ministro y que, finalmente, se fue a parar a Madrid.
El segundo uso, que ha cuajado, ha sido donar el edificio a la Universidad de Salamanca y que, con la financiación de las obras por parte de la Junta de Castilla y León, convertirlo en Centro Internacional del Español, ahora que está tan de moda hablar del español en todas las ciudades.
De esta forma, el mismo, con una reforma integral de los interiores, y con los fondos suficientes para su gestión, poder comenzar a ofrecer actividades relacionadas con la lengua. Por cierto, este CIE, creado en 2016, está dirigido por la catedrática de la USAL Nieves Sánchez González, y ahora se encuentra en el Patio de las Escuelas Menores.
De momento está cerrado porque se ultiman los últimos retoques, pero sí ofrece una imagen moderna, de gran diversidad en cuanto a las infraestructuras. Con una zona inferior y sótanos para el público en general, con actividades para el mismo, como exposiciones, congresos y conferencias. Mientras que la planta superior estará destinada a los investigadores.
Mientras, aún queda por resolver un misterio. El misterio del contenido de las 336 cajas de seguridad, a las que le falta la llave desdoblada.