Ayer se celebró en el pabellón Würzburg la VIII Edición del Campeonato Doryoku «Irene Martín Ruano». En esta ocasión batía todos los récords de asistencia contando con 740 judokas de entre 4 y 14 años. Se trata de un torneo técnico de Judo, único en Castilla y León y uno de los pocos a nivel nacional. Los judokas se inscriben por parejas y hacen gala de uno de los principios fundamentales de este deporte: el trabajo y colaboración mutua para lograr ejecutar diferentes caídas, inmovilizaciones, técnicas y fundamentos delante los jueces.
Para acoger al gran número de judokas que acudieron a este evento la pista del Würzburg se llenó con 26 tatamis y más de 100 voluntarios y jueces; todo ello con el objetivo de lograr que la mañana fuese un éxito y una experiencia inolvidable para todos.
La organización había dividido el campeonato en 5 niveles diferentes acorde al grado o cinturón de los asistentes. Esta edición traía como novedad el paso de grado para la mayoría de los asistentes; todos ellos han preparado su nivel durante las últimas semanas y acudían este domingo con la máxima ilusión para obtener su nuevo cinturón.
Para amenizar la jornada, los cinturones negros del Club habían preparado una espectacular exhibición acrobática que se repitió en dos momentos de la mañana para que todos pudiesen disfrutar de ella.
En la parte central del campeonato, diferentes integrantes del club realizaron una exhibición de Judo en familia, en la que demostraron que el Judo no tiene edad, ya que padres e hijos compartieron tatami en un entrañable momento.
Además, durante la mañana se realizaron sorteos entre todos los asistentes y Doryneko, la mascota del club, hizo las delicias de grandes y pequeños en la grada.