Si hay un paisaje que caracteriza a Salamanca es el Campo Charro. Estamos en la dehesa, un singular ecosistema con especial peso en la península Ibérica. Su origen se halla en la transformación de los bosques mediterráneos, de los que se elimina parte de su masa arbolada, para convertirlos en un territorio que conjuga la actividad agrícola, con la forestal, la ganadera y la cinegética. De ahí que sean parajes de gran biodiversidad. Son también el hogar del toro bravo.
Salamanca es la provincia española con más fincas adehesadas, y el territorio con mayor número de toros bravos del mundo. Es, por tanto, un buen lugar donde conocer y disfrutar del ecosistema y, sobre todo, del que dicen es el animal más noble a pesar de su bravura.
Esta provincia guarda tesoros naturales de incalculable valor. La Ruta del Toro Bravo que se propone discurre por el Campo Charro, Ciudad Rodrigo, el Campo de Ledesma y los alrededores de la capital, zonas de interés paisajístico, artístico y cultural.
La singularidad de la imagen del toro bravo en su entorno natural, estampa de insólita belleza, se puede disfrutar en cualquiera de estas fincas. Se puede conocer además de primera mano la cría del toro bravo, disfrutar de un ecosistema rico y único, y deleitar el sentido del gusto con cualquiera de las exquisiteces gastronómicas que ofrece esta tierra.
Hay multitud de ganaderías que se pueden visitar. Hay más información en este enlace.