‘Yo me protejo’: Campaña de Cruz Roja en Salamanca con población vulnerable al frío para ofrecerles consejos y detectar pobreza energética

Salamanca vive esta semana el primer episodio invernal de 2023, con alerta de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) para estos días por riesgo de fuertes vientos y nevadas, acompañadas de una bajada de las temperaturas. Por ello, Cruz Roja recuerda que el intenso frío y el descenso térmico pueden poner en riesgo la salud de las personas, no sólo con peligros directos como la hipotermia y la congelación, sino que también pueden agravar enfermedades crónicas, sobre todo cardíacas y respiratorias.

Para informar sobre los efectos adversos del frío sobre la salud y aconsejar cómo prevenirlos, así como para detectar situaciones de pobreza energética, Cruz Roja en Salamanca ha renovado un año más la campaña “Yo me protejo”, activa desde mediados de diciembre hasta finales de marzo. Durante estas semanas, la organización humanitaria realiza llamadas telefónicas a la población más vulnerable a las bajas temperaturas (más de 850 usuarios y usuarias de diversos programas en toda la provincia salmantina), a los/as que se les proporcionan consejos y también se les ofrece ayuda -dentro del marco del Plan Cruz Roja Reacciona- en caso de detectar y corroborar que no disponen de recursos para mantener una temperatura adecuada en su hogar. Por otra parte, ante la posibilidad de nevadas esta semana, Cruz Roja en Salamanca mantiene en pre-alerta a sus Equipos de Respuesta Básica en Emergencias (ERBEs), equipos de proximidad en cada comarca dispuestos a ayudar en caso de una situación de necesidad.

Consejos para prevenir los efectos adversos del frío

Las bajas temperaturas disminuyen las defensas y favorecen muchas enfermedades respiratorias (resfriados, gripe, bronquitis, neumonía…), y causan más mortalidad que las olas de calor. En este sentido, Cruz Roja insiste en que prevenir los efectos negativos de las bajas temperaturas es sencillo siguiendo consejos básicos relacionados con la alimentación saludable, una correcta vestimenta, o la actividad dentro y fuera del hogar.

  • Si te encuentras mal, mantén la actividad que estés haciendo e intenta resguardarte mientras pides ayuda.

  • Si una persona se encuentra mal:

    • Vigila las constantes vitales.

    • Cambia las ropas si están mojadas y abriga adecuadamente a la persona.

    • Proporciona bebidas calientes, nunca comidas ni bebidas estimulantes (chocolate, café, té, etc.) ni alcohol.

    • Coloca bolsas de agua caliente, debidamente aisladas para prevenir quemaduras; evita los baños y duchas calientes (implican riesgo de colapso) y no masajees las extremidades.

    • Traslada a la víctima a un centro hospitalario lo antes posible.

    • Si está inconsciente aplica los protocolos básicos de primeros auxilios para el mantenimiento de constantes y consigue ayuda médica urgentemente.

  • Tu alimentación e hidratación

    • Bebe líquidos calientes, incluyendo agua, siempre que no exista contraindicación médica.

    • Toma una alimentación variada y equilibrada que te aporten la energía necesaria para combar el frío (legumbres, sopa, etc.), consumiendo diariamente fruta.

    • Evita el consumo de bebidas alcohólicas, ya que reducen la vasodilatación periférica, aumentando la pérdida de calor corporal.

  • Tu vestimenta

    • Protege las zonas del cuerpo más sensibles al frío intenso, por ser las más alejadas del corazón, como: mejillas, nariz, orejas y dedos de las manos.

    • Usa ropa ligera, no apretada y que transpire (en lugar de ropa ajustada a la piel, utiliza varias prendas de ropa, una encima de otra, para que circule el aire y que éste funcione como aislante).

    • Protege la cabeza, manos y pies.

    • Emplea un calzado impermeable, antideslizante, cómodo y que no te apriete.

    • En función de la actividad que vayas a desarrollar, viste ropa que también te proteja del viento y de la lluvia.

  • Organizando tus actividades en el exterior (calle, campo, etc.)

    • Centraliza las actividades en el exterior durante las horas en las que se registren temperaturas más elevadas, evitando las exposiciones prolongadas al frío y los cambios bruscos de temperatura.

    • Si tienes que hacer actividades en el exterior durante las horas de frío no olvides procurar:

      • Resguardarte del frío y la humedad.

      • Evitar la entrada de frío en los pulmones.

      • Abrigarte con vestimenta y calzado adecuados, y tomar las precauciones oportunas ante el hielo.

      • Si necesitas un bastón para caminar, cambia la pieza plástica del extremo inferior del mismo para prevenir los resbalones y caídas.

      • Beber líquidos calientes y azucarados, evitando las bebidas alcohólicas.

      • Permanecer en movimiento, pero evita realizar ejercicios físicos excesivos (porque el frío perjudica a la circulación sanguínea).

      • Evitar transitar zonas de umbría, congeladas, etc.

    • En el hogar

      • Permanece en las estancias más calientes (provistas de radiador, calefacción, etc.) o donde puedas abrigarte.

      • Cierra las puertas, ventanas, persianas, toldos, cortinas…. evitando que las corrientes de aire o agua entren.

      • Ventila diariamente las diferentes estancias para renovar el aire y evitar la acumulación de CO2, si utilizas braseros o chimenea.

      • Asegúrate del correcto funcionamiento de las estufas (eléctricas, de gas, etc.), mantenlas alejadas de tejidos o elementos inflamables, apágalas durante la noche.

      • Evita que la habitación se reseque en exceso; pon algún recipiente con agua.

    • Durante los viajes

      • Viaja en transporte público o, si lo haces en coche, en compañía.

      • Infórmate de la situación meteorológica y del estado de las carreteras, así como de puntos para el descanso o refugio.

      • Evita, en la medida de lo posible, viajar en condiciones meteorológicas adversas.

      • Revisa el vehículo previamente, asegurándote de su adecuado funcionamiento (neumáticos, frenos, luces, etc.) y de otros aspectos básicos como que el depósito está lleno, las cadenas y la batería del móvil cargada.

      • Utiliza la calefacción, pero abre las ventanas periódicamente (cada 1 o 2 horas aproximadamente) para ventilar el interior unos segundos.

      • Presta especial atención a los cambios bruscos de temperatura que se producen al entrar y salir del vehículo, bajando progresivamente la temperatura del interior.

      • Cuando hagas un viaje largo descansa, lleva líquidos azucarados y calientes.

      • Nunca dejes a niños/as ni a personas mayores en el interior de un vehículo cerrado.

      • En cualquier situación de emergencia, contacte con el teléfono de Emergencias de Castilla y León 112.

    • Y si habitualmente tomas medicación:

      • Sigue tomando tus medicamentos y evita automedicarte, recurriendo en caso de duda a tu personal médico de referencia.

      • Consulta a tu médico/a acerca de las medidas suplementarias que debes adoptar.