Benedicto XVI y Salamanca

El recientemente fallecido papa Benedicto XVI ha llenado de gratitud y oraciones a toda la Iglesia Católica. También en las diócesis de Salamanca, Ciudad Rodrigo y Plasencia en la que se están sucediendo recuerdos y Eucaristías por el Papa Emérito.

Para el obispo José Luis Retana “nos dejó Benedicto XVI un pontificado espiritual y humilde, marcado por la reflexión del teólogo que proporciona luz, destacando el deseo de llevar al centro de la vida cristiana y al mundo contemporáneo la cuestión de la fe y la nueva evangelización”. Asimismo, cree que el papa emérito, “quiso exponer adecuadamente la cuestión de la presencia y la fe en el espacio público, y combatió en todo momento la dictadura del relativismo e invitó a proclamar el evangelio en un mundo secularizado”.

Joseph Ratzinger ha tenido también relación con Salamanca, a donde acudió en 1989 para visitar la Universidad Pontificia y conocer la ciudad. Fue gracias a la invitación de otro gran teólogo, Olegario González de Cardedal, que además en 2011 fue el primero en recibir el premio «Joseph Ratzinger», un prestigioso reconocimiento que quiere premiar a los estudiosos que sobresalieron por sus actividades de investigación científica en el ámbito teológico.

Otro salmantino que tuvo relación con el Papa fue Fidel M., ya que fue invitado a una comida con él en Sydney (Australia) durante la Jornada Mundial de la Juventud de 2008. Allí Benedicto XVI comió con 12 jóvenes de todo el mundo, en un espacio en el que tuvieron tiempo para comer tranquilamente, hablar e intercambiarse regalos durante casi dos horas en total. Fidel le regaló entre otras cosas un rosario de filigrana charra que agradeció. El salmantino destaca «la sencillez y atención con cada uno durante este tiempo que compartimos». A la pregunta de qué destaca del Papa después de conocerlo nos responde que «sobre todo su gran inteligencia y a la vez sencillez y humildad. Es una persona que cuanto más lee uno de él más le gusta su pensamiento, especialmente el centrado en el Encuentro con mayúscula». Y concluye con el deseo de que no dentro de mucho tiempo sea proclamado santo y doctor de la Iglesia.

La Catedral Nueva de Salamanca acogerá este miércoles, 4 de enero, a las 17:00 horas, una misa funeral por el eterno descanso del papa emérito Benedicto XVI. La celebración será presidida por el obispo de la Diócesis de Salamanca, José Luis Retana, y en ella «vamos a dar gracias a Dios por su persona, por su figura y por el legado que nos deja», como ha señalado el pastor de la diócesis. «Un legado hermoso y un legado sabio que considero que va a seguir siendo una luz para tantas personas dentro de la Iglesia», afirma el prelado al tiempo que pide a la comunidad diocesana «una oración por el alma y una eterna gratitud para la figura de este papa emérito Benedicto XVI».

También, el vicario general de la diócesis, Florentino Gutiérrez, junto al deán del Cabildo Catedral de Salamanca, Antonio Matilla, han remitido una carta a los sacerdotes, religiosos y laicos de la Diócesis de Salamanca en la que señalan que aunque esperada, «la muerte de nuestro querido papa emérito, Benedicto XVI, nos ha llenado de dolor y pena», pero «nuestra fe nos reconforta, nos llena de esperanza y nos mueve a una oración agradecida y sincera». Por ello, invitan a toda la Iglesia de Salamanca a participar en esta misa exequial que se celebrará el 4 de enero en la Catedral «como gratitud por la enseñanza y ejemplo que, como Pastor de la Iglesia, nos ha dejado» Benedicto XVI, y «para dar gracias a Dios por el regalo que nos concedió con su misión pastoral».

Al día siguiente, jueves, 5 de enero, el papa Francisco presidirá la misa exequial por el difunto pontífice emérito, a las 9:30 horas, en la plaza de San Pedro del Vaticano.