100 años de la visita del rey Alfonso XIII a Salamanca
El rey Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia pasarían tres días de visita oficial en Salamanca. Durante esos días se organizó una corrida de toros, una exposición de ganado y una función en el Teatro Bretón, entre otros actos.
El 6 de octubre de 1922 llegaron los reyes a Salamanca en un tren especial. “Fueron a recibirlos a la estación el obispo, el capitán general, el gobernador civil y todas las corporaciones con sus presidentes a la cabeza. Entre ellas estaba Rafael González Cobos, presidente de la Diputación y Teresa Maldonado Hurtado de Mendoza, presidenta de Damas de Salamanca”, escribe Jesús Málaga en su libro Historia cotidiana en la Salamanca del siglo XX -1898-1923-.
Al llegar el tren, la banda de La Victoria interpretó la Marcha Real. “Al poner el pie en suelo salmantino fueron ovacionados por el público asistente. Detrás de los reyes estaba el presidente del Consejo de Ministros, José Sánchez Guerra», recuerda Málaga.
La primera parada de los reyes fue en la Catedral y de la estación al templo fueron escoltados por charros a caballo. La Universidad fue la tercera parada de la primera jornada real. “Entraron por la puerta de Anaya. En el Paranifo,el rector pronunció un discurso de bienvenida, acto seguido Santa Teresa de Jesús fue investida Doctora Honoris Causa. Alfonso XIII cerró el acto donde hizo referencia el pasado glorioso de la Universidad de Salamanca”, escribe Jesús Málaga.
La cuarta parada fue en el Ayuntamiento y de ahí a los toros. Los monarcas acudieron a ver una corrida, donde se lidiaban toros de ganaderías salmantinas.
En su visita a la Diputación, el Rey tuvo que escuchar una petición: Zamora y Salamanca pidieron la tramitación urgente de las obras de los saltos del Duero.
La primera jornada de los reyes concluyó con una obra de teatro en El Bretón.
Para la segunda jornada, la organización tenía preparada para la reina Victoria Eugenia una visita a la Posta Sanitaria de la Cruz Roja Salmantina y Alfonso XIII vería la Biblioteca de la Universidad.
El último día la pareja acudió a Alba de Tormes, donde impusieron el birrete de doctora a la imagen de la Santa en la iglesia de las Madres Carmelitas Descalzas, y después de almorzar regresaron a Madrid.
Aunque se propuso dar el nombre de la Plaza Mayor al monarca y el de la reina Victoria Eugenia a la plaza del Obispo, esto no se llevó a cabo nunca. Sólo quedó una placa en el hall del Ayuntamiento donde se hacía mención a la visita real, pero en la actualidad no se encuentra expuesta.
El Ayuntamiento y la Diputación Salamanca regalaron a la reina Victoria Eugenia un traje charro, el Gobernador Civil, la cruz y el collar y desde las administraciones locales pidieron a las señoras de Salamanca que donaran joyas. Por su parte, al rey Alfonso XIII lo obsequiaron con dos trajes de montaraz.