Comenzó ayer el ciclo de conferencias sobre Arqueología bejarana de la mano de Raúl Hernández Hernández, técnico responsable de El Bosque del Ayuntamiento de Béjar. Su propuesta, “El Bosque antes de El Bosque. Arqueología en la plaza norte del palacete”, desveló los hallazgos arqueológicos del denominado “jardín secreto” o espacio situado en la zona norte del palacete, adyacente a éste, a la izquierda de la entrada principal, con gran afluencia de público.
La actividad, organizada por el Centro de Estudios Bejaranos, tuvo su inicio en el propio palacete con una presentación del conferenciante por parte de la presidenta, Josefa Montero García. Después Raúl Hernández Hernández, con la amenidad y las dotes de comunicación que le caracterizan, expuso a través de diapositivas la fase de excavación llevada a cabo por la Junta de Castilla y León en 2017, donde se encontraron varios lienzos de pavimentos de pequeños cantos rodados y arranques de muros anteriores a la construcción de El Bosque en 1567, es decir, de su fase previa como cazadero y no como villa renacentista. Además, destacó la traza de una atarjea o conducción de aguas de escorrentías y otros elementos, como piezas de loza o metálicas posteriores datables casi todas ellas en el siglo XIX, una época en la que la finca era propiedad de la familia Rodríguez Arias y después de los Oliva. En todo caso, los descubrimientos fueron magros, habida cuenta del afloramiento de la roca madre apenas unos 25 centímetros de la superficie.
Tras esta breve exposición con diapositivas, los asistentes pudieron disfrutar de una visita guiada a la plaza norte, donde el conferenciante mostró la disposición de los hallazgos, que ahora yacen enterrados bajo la capa de arena apisonada a la espera de que surjan técnicas que permitan conservar en todo su esplendor el pavimento enchinado. No se dejó de lado la relevancia botánica de los elementos que aún perviven en su lugar original, como un boj de gran altura.
Agradecemos al Ayuntamiento de Béjar la cesión de este espacio emblemático para la realización de este ciclo de conferencias de Arqueología y a los asistentes por acompañarnos en esta magnífica exposición de Raúl Hernández Hernández. El palacete de El Bosque es la segunda vez que se utiliza para estos actos culturales tras el congreso sobre jardines históricos que organizó la Junta de Castilla y León el pasado mes de julio y su anterior restauración.
Texto: Carmen Cascón Matas.
Fotografías: Enrique García Periáñez
La segunda ponencia del ciclo «Tres miradas a la arqueología de nuestra tierra» convocó a un gran número de personas, de tal manera que el palacete de El Bosque se quedó pequeño ante tanta afluencia de público. Y es que el ponente, el lugar y el tema resultaban muy atrayentes, o quizá que estos días de fiesta también se tienen ganas de actividades culturales de este tipo.
El vicepresidente del Centro de Estudios Bejaranos, Antonio Avilés Amat, abrió el acto con la lectura de un breve currículum del ponente, el arqueólogo curiel (esto es, natural del pueblo de Valdesangil) José Francisco Fabián García, la persona que mejor conoce el pasado más remoto de nuestra ciudad y sus contornos.
En una amena ponencia, ilustrada por unas fotografías inmejorables, el conferenciante desarrolló “Cinco momentos del pasado más antiguo que definen la historia de la comarca de Béjar”, un recorrido por cinco hallazgos que describen nuestros orígenes siempre relacionados con el paisaje que nos circunda. Así viajamos a hace 6.000 años y a una época en la que surgió la ganadería y la agricultura, cuando los hombres se refugiaban en abrigos junto a las grandes peñas y rocas de parajes como Valdesangil, tan propio para ello. Y vivimos el cambio climático de hace 3.000 años y comenzamos a reunirnos en montes de forma cónica, de misterioso significado para los arqueólogos hasta ahora. Y asistimos a la formación de una clase dirigente armada, cuyo reflejo más conocido es el hallazgo de la estela-menhir de Valdefuentes de Sangusín. Y somos testigos de los primeros habitantes de las inmediaciones de Béjar, en el valle de las Huertas, como los familiares de Valentino, un romano que falleció a los 20 años y cuya estela funeraria se encontró formando parte de los sillares de la desaparecida ermita de Santa María de las Huertas, próxima a las murallas. Y enterramos a nuestros familiares en oquedades excavadas en las rocas en época visigoda, un testimonio de inhumación muy frecuente en el entorno.
José Francisco Fabián es un excelente comunicador y sabe transmitirnos sus conocimientos de una manera amena, ayudándonos a retrotraernos al pasado más remoto sobre el terreno, admirando el paisaje, un paisaje que sigue siendo el mismo a pesar del gran tiempo transcurrido y las vicisitudes históricas vividas. No queremos cerrar esta reseña sin hacernos eco de una petición suya a las administraciones: la protección a la estela romana de Valentino que hoy se encuentra en el claustro del convento de San Francisco, el testimonio más antiguo de pobladores cercanos al emplazamiento bejarano.
Esta actividad ha sido posible gracias al ayuntamiento de Béjar, que nos ha facilitado el palacete para su realización, a Jesús Arana, que nos prestó su proyector en el mejor momento posible y a Jesús Castellano Jiménez, por sus fotografías.
La siguiente y última conferencia del ciclo tendrá lugar el jueves, 15 de septiembre, también en el palacete. Nos acompañará Elvira Sánchez Sánchez, arqueóloga y miembro del Centro de Estudios Salmantinos.
Textos: Carmen Cascón Matas
Fotografías: Enrique García Periáñez