Raúl Benito, historiador de arte, explica qué festividad celebramos hoy
Desde el siglo XII se venera en Salamanca a Santa María de la Vega, como así se llama a la patrona de la ciudad desde siglos atrás. Desde el pasado 30 de agosto se celebra en la Catedral su novena, que finalizará el día 8 de septiembre con su festividad, con una Eucaristía presidida por el obispo de la Diócesis de Salamanca, José Luis Retana, y que será transmitida en directo a través del canal de YouTube en este enlace.
Ese día se celebra el nacimiento de la Virgen, que como detalla el historiador de Arte y técnico de la Catedral, Raúl Benito, se celebra desde el siglo séptimo, “basándose en teorías griegas y armenias en las que se entendía que la Virgen había nacido en Nazaret”.
Además, concreta que en el siglo octavo, “ya más hacia la iglesia occidental se recuerda y se celebra que la Virgen había nacido en Belén, para justificar que la Virgen era descendiente de la línea directa del Rey David”. Benito aclara que posteriormente, “es San José el que va a reflejarse como descendiente del Rey David, y así aparece directamente en el evangelio que se proclama el día 8 de septiembre, el día que celebramos la natividad de la Virgen“.
Numerosas advocaciones
En Salamanca se celebra esta advocación con el nombre de Santa María de la Vega, pero como detalla Raúl Benito, existen numerosas advocaciones que se le dan a la Virgen y que son celebradas ese mismo día, como por ejemplo, en Salamanca, la Virgen de la Peña de Francia o la de Valdejimena, que se celebra el 15 de agosto, “pero que históricamente hubo algún momento en el que se celebró el 8 de septiembre”.
A modo de curiosidad, este técnico de la Catedral confirma que con el mismo nombre de Santa María de la Vega se celebra en el pueblo de Piedrahíta, en Ávila, “que es otro día, pero recibe ese mismo nombre”. En otras capitales de provincia, como Valladolid, se celebra la natividad de la Virgen bajo la advocación de San Lorenzo, o en Extremadura, la de Guadalupe, o de los Llanos, en Albacete.
En 1974, el papa Pablo VI publicó la exhortación apostólica “Marialis Cultus”, para la recta ordenación y desarrollo del culto a la Virgen, “en las que digamos que restaura y purifica la devoción a la Virgen”, determina este historiador del Arte.