Los campamentos organizados por la escuela salmantina Doryoku se realizan entre los meses de junio y julio, acogiendo a cientos de alumnos cada año, todos ellos unidos por un deporte, el judo. El encuentro actualmente tiene lugar en Aldeadávila, donde cada semana, dependiendo de sus edades, se reúnen los distintos grupos, todos ellos proceden de diferentes centros y colegios donde el club imparte sus clases, “de esta forma los niños pueden conocer a gente nueva, que comparta la misma pasión por el judo”, nos cuenta el club Doryoku.
Durante estos días, los niños no solo aprenden judo, sino que también se trata de inculcarles unas normas de convivencia y respeto. Saber lo que es convivir con más gente, para así trabajar en equipo y saber que es el compañerismo, algo básico en cualquier deporte. Además, de dar independencia a los alumnos, para que tomen conciencia de sus decisiones, reforzando la parte emocional.
Las actividades no son únicamente de judo, ya que son muy variadas y todas diferentes entre sí, con distintas temáticas, pero todas ellas orientadas a lo deportivo. Como por ejemplo, yincanas de agua, senderismo, veladas nocturnas, juegos acuáticos en la piscina o la “barriyincana”, una de las actividades con más éxito, en la que monitores y niños, juegan con el barro hasta quedar completamente cubiertos por él. Aun así, el campus gira en torno al judo, con clases y entrenamientos diarios, para que los chicos puedan seguir aprendiendo y evolucionando. “La experiencia es divertida y emocionante, para volver a repetir año tras año”, así califica el club Doryoku, lo que es vivir uno de sus campamentos, para Okey Salamanca.
Katius Estella Talon