Arrancan las visitas al Parque Arqueológico del Botánico con gafas 3D para visualizar de forma virtual cómo era este espacio siglos atrás

Salmantinos y visitantes pueden ya disfrutar de la nueva experiencia turística en el Parque Arqueológico del Botánico. Las visitas se realizarán los viernes y sábados a las 19:00 horas, y los usuarios podrán disfrutar de las recreaciones virtuales en el espacio, a través de unas gafas 3D, así como a través de una App. Una novedosa experiencia con la que la concejalía de Turismo pone en valor este yacimiento, que contó con una enorme riqueza patrimonial (la iglesia y convento de San Agustín, el colegio de Cuenca o la judería) que refleja un periodo de la ciudad (del s.XII al XIX) en el que pasearon figuras como Fray Luis de León y San Juan de Sahagún, entre otros. Los visitantes podrán contemplar de forma virtual los edificios destruidos durante la Guerra de la Independencia y que han sido ‘rescatados’ gracias a un exhaustivo trabajo de documentación para conocer con el mayor detalle posible cómo fueron estos elementos que ocuparon este espacio. Tras ese trabajo de documentación y análisis de resultados, la tecnología. A través de la digitalización y la innovación tecnológica se han recreado todas las construcciones de modo que los visitantes puedan realizar una inmersión en este espacio turístico para descubrirlo tal y como fue hace siglos. Un proyecto que aúna sensibilidad y tecnología en torno a la arqueología y el patrimonio. La reserva de invitaciones para acceder a las visitas se ha de realizar a través de la web salamancaymas.es.

El Parque Arqueológico del Botánico abrió sus puertas al público en noviembre de 2020, pasando a formar parte de los recursos turísticos de la ciudad y, junto al Pozo de Nieve y el Cerro de San Vicente, supone una destacada oferta de turismo arqueológico.

Esta experiencia de recreaciones virtuales viene a complementar las visitas, que en el mismo horario se pueden realizar en el Parque Arqueológico dentro de las propuestas del programa estival Salamanca Dorada, Azul y Verde.

Parque Arqueológico del Botánico

Situado en el borde occidental del Teso de las Catedrales, el Parque Arqueológico del Botánico está ubicado en un amplio cerro sobre el que se desarrolló la ciudad de Salamanca a partir de la Segunda Edad del Hierro (siglo s V al I a. C.). Este espacio conserva restos arqueológicos de gran valor histórico, del convento de San Agustín y de su iglesia de San Pedro, el Colegio de Cuenca y de su entorno urbano.

Convento de San Agustín

Los restos visibles del Convento de San Agustín, al sur de la calle de San Pedro, además de su gran valor estético, son de gran valor arqueológico. El convento fue un importante centro de saber, donde habitaron y desarrollaron su actividad figuras tan destacadas de la cristiandad como la de Fray Luis de León o Santo Tomás de Villanueva.

La fundación de la Orden Agustina en Salamanca tiene lugar en la Edad Media. Los agustinos se establecen en el barrio de la judería donde poco a poco van acumulando propiedades, cediéndoles el obispo en 1377 la parroquia de San Pedro. Esta antigua iglesia románica será el germen sobre el que se levante el convento que llegó hasta el siglo XIX, y cuya construcción fue iniciada por Juan de Álava en 1516. Los restos hoy visibles se corresponden con el sector nororiental del convento, apenas una cuarta parte de los 10.000 m2 que ocuparía.

Colegio Mayor de Cuenca

Situado al norte de la calle de San Pedro, su claustro o su fachada principal debieron tener también un gran valor estético, constituyendo un importante centro de saber vinculado a la Universidad de Salamanca. Su construcción se inició en el siglo XVI, bajo la dirección de Juan de Álava, aunque las obras se prolongaron hasta el XVIII. Fue uno de los edificios más notables de la ciudad. Su fundador, Diego Ramírez de Villaescusa, era obispo de Cuenca y antiguo estudiante de la Universidad de Salamanca. Durante la Guerra de Independencia, bajo la ocupación francesa, el antiguo Colegio fue utilizado como cuartel y en 1812 fue demolido por motivos estratégicos y para reutilizar su piedra en otras construcciones defensivas de la ciudad.

Calle de San Pedro o de Cuenca

El convento de San Agustín y el Colegio Mayor de Cuenca estaban separados por la Calle de San Pedro o de Cuenca, cuyos restos empedrados se pueden contemplar en la visita. Fue una de las arterias principales de la ciudad durante la Edad Media y en torno a ella se distribuía el populoso barrio de la Judería, que daba nombre a la calle en ese periodo. Tras la desaparición de la Judería la calle pasó a llamarse de San Pedro y posteriormente de Cuenca.