La fotografía de hoy es de J. Martín Sánchez. Imagen del verraco junto al Puente Romano de Salamanca.

Se cree que los verracos fueron erigidos por tribus vetonas durante el periodo del Emperador Augusto, a finales Siglo I a. C. La presencia del verraco junto al puente romano de Salamanca está documentada desde finales del siglo XII, apareciendo también en el Concejo de la Ciudad, y mencionándose en documentos y la literatura.

El 10 de octubre de 1834 el político José María Cambronero hizo que el verraco fuera arrojado al río al creer que había sido hecho colocar por Carlos I de España tras los sucesos de las Comunidades. Esto provocó grandes daños a la figura, que terminó partida en tres pedazos.

El 17 de junio de 1867 se rescata la escultura para ser albergada en el convento de San Esteban, y posteriormente movida a diversos museos hasta que se volvió a colocar sobre el puente romano el 23 de octubre de 1954, coincidiendo con el IV centenario de la publicación del El Lazarillo de Tormes. Desde entonces su ubicación ha variado desde el interior del puente hasta la actual, a la entrada de éste, sitio que ocupa desde 1993.