La fotografía de hoy es de Rosa Sánchez. Imagen nocturna de la calle Palominos con la Clerecía de fondo.

La inclinada orografía de la zona provocó que la escorrentía de las aguas pluviales esculpiese un escarpe que los antiguos salmantinos utilizaron como base para construir la cerca vieja.
La calle perdió su tramo superior, a finales del s. XIX, con el trazado de la Rúa Nueva. Al parecer era frecuente encontrar palomas torcaces a lo largo de la pendiente, razón por la que adoptó el nombre de «Palombino» (crías de palomas silvestres) que con el tiempo se transformó en «Palomino» y se pluralizó a «Palominos». Se la menciona en documentos del siglo XIII como «cal de Palombino» y Gil González Dávila la nombra como «Calle de Palomino» en 1606.