La ciudad de Salamanca ofrece multitud de oportunidades para la observación de la naturaleza

La sala de exposiciones del C.M.I. Vistahermosa acoge, hasta el próximo 20 de mayo, la exposición del fotógrafo salmantino Torcuato Cortés con la Asociación Emberiza, centrada en la fauna, flora y paisajes de la provincia. 

“Las fotografías están realizadas en un radio de unos 20 kilómetros de la ciudad de Salamanca. Muchas de ellas incluso dentro de la ciudad, en sus parques. Algunas de las fotografías están hechas desde escondites, pero la mayoría están realizadas simplemente acercándome de forma calmada. En esta ocasión, por falta de espacio, no se han podido colocar más fotografías de paisaje que complementan la exposición. La intención es reflejar la riqueza natural que hay a nuestro alrededor, sin necesidad de realizar grandes desplazamientos. Fijarnos en lo que tenemos cerca” nos comenta Torcuato. Y es que no siempre es fácil apreciar la diversidad natural que nos rodea, según Cortés se percibe  “desinterés” por una gran parte de la ciudadanía, aunque pone en valor el papel que está desarrollando en este sentido el turismo de naturaleza y observación que se está impulsando “Desde nuestra asociación “EMBERIZA” llevamos años intentando acercar a la población, en especial a la escolar, al medio natural mediante actividades de educación ambiental” destaca al respecto.

Él es un gran observador de la naturaleza, en la que logra mimetizarse para convertirse casi en invisible y poder captar imágenes de una exuberante belleza, le preguntamos si cree que es posible tener esa conexión, esa vivencia, cuando te encuentras en un entorno urbano:  “La ciudad de Salamanca ofrece multitud de oportunidades para la observación de la naturaleza. Desde las hierbas que colonizan los pequeños rincones de las aceras, hasta multitud de aves que viven en árboles, jardines, paredes o tejados. Como una pareja de azulones que utiliza la fuente de la Puerta Zamora para bañarse. Parques como la Huerta de los Jesuitas o las orillas del río Tormes tienen una gran variedad de especies de aves y vegetales, por ejemplo. Pero recorrer las calles también nos puede sorprender si mostramos un poco de atención”.

Para finalizar, Torcuato Cortés nos ofrece una reflexión sobre qué nos puede aportar, a nivel personal, una observación pausada de nuestro entorno natural, algo que recomienda: “La observación en primer lugar te aporta conocimiento del lugar donde estás viviendo pero también disfrute y entretenimiento. En los días de aislamiento por la pandemia, mucha gente consiguió hacerlo más llevadero observando las aves desde sus ventanas. Yo llegué a ver en esos meses unas 50 especies distintas.”