El joven novillero Marco Pérez llama la atención de los medios de comunicación

La televisión online Tauroten y la emisora de radio Cope se han hecho eco en las últimas semanas de las grandes actuaciones del prometedor novillero salmantino Marco Pérez.

Sixto Naranjo, director de «El Albero» afirma que es la última gran esperanza del mundo del toro. Así lo ven muchos aficionados a los que Marco Pérez ha deslumbrado por sus innatas condiciones para ser torero. Con sólo 14 años, este joven salmantino ha despertado viejas ilusiones y se encamina a ser uno de esos “niños prodigio” que aparecen en el mundo taurino cada cierto tiempo con una intención clara: ser la figura del toreo del mañana.

“Sí soy consciente de que hay cierta expectación levantada sobre mí. Pero tengo que seguir esforzándose. Yo sólo soy un niño más que tiene como sueño y meta ser figura del toreo”. Con estas palabra se presentaba Marco Pérez en El Albero esta semana.

Sobre de dónde le ha llegado la afición taurina, el joven novillero reconocía que “siempre he pensado que quiero intentar ser torero. Siempre me he tomado esto muy en serio este mundo, aunque ahora las cosas se irán complicando y tendré que entrenar el doble y estar centrado al cien por cien”.

También habló de su apoderado, el francés Juan Bautista, del que dijo estar “muy agradecido por llevar mi carrera y aconsejarme. Se porta muy bien, me encuentro muy tranquilo a a su lado aunque también me exige, como es normal, para ser mejor”.

Su padre, Vicente, fue novillero que tuvo que dejar la profesión. Pese a esa afición, “nunca me ha querido introducir en este mundo ni me ha inculcado los valores taurinos”, explicó Marco, “pero de pequeño fui al Carnaval del Toro y me impactó mucho. Ahí mi padre vio que me los toros me gustaban de verdad. Me apuntó a la escuela y desde entonces mis padres me han apoyado. Al principio no me creían hasta que vieron que iba en serio”.

Marco también recordó esa primera vaca que toreó en público y con la que se dio a conocer a la afición salmantina. “Fue en 2015, en un tentadero que hizo la Escuela de Salamanca en La Glorieta después del Desenjaule. Ahí la gente vio alguna cualidad en mí, pero yo era muy pequeño”.

Con solo 14 años, Marco ha tenido la oportunidad de haber compartido tentaderos en las fincas de varias figuras, algo que le hace sentirse “un privilegiado. Sus consejos han sido de superación, de mucha motivación. Me han dicho que es una profesión que te exige sacrificio, pero que todo eso se ve recompensado con los triunfos”.

A pesar de su vocación taurina, Maco no olvida los estudios y reconocía que “los profesores saben que los toros son mi pasión y me respetan. A veces me coincide algún tentadero o algún viaje, pero me han entendido y saben que soy buen estudiante y saco buenas notas”

El joven salmantino también habló de su experiencia este invierno en ruedos americanos. Especial mención hizo al festival que tuvo la oportunidad de torear en Manizales junto a figuras el toreo. “Sabía que era una tarde muy importante, pero a la vez lo recuerdo como un día muy especial y bonito. Cuando me vestía de corto lo estaba haciendo con toda la ilusión del mundo. Disfruté de cada momento y será una tarde que guardaré siempre en mi corazón. Sobre todo por cómo me trató el maestro Rincón. Fue un momento muy bonito porque no me lo esperaba”.

Pese a sus sueños taurinos, Marco también reconoció tener “muchas aficiones, me gustan los deportes. Me gusta ir de caza, leer y escribir novelas de toros y también dibujar. Tengo pensado continuar con mis estudios e ir a la universidad. Me gustaría hacer medicina, traumatología. Y si no, enfermería o hacer periodismo”.

Por último, Marco Pérez desveló que de cara a una futura alternativa, “tengo tres en mi mente tres plazas: Arles, Salamanca o Sevilla”.

Cope.es

Fotografía de Alberto Suárez.